El «ladrillo» causa el 70% de las potenciales pérdidas de la banca

MADRID- Es muy improbable que suceda, pero si la recesión persistiese y la economía se derrumbase un 6,5% entre 2012 y 2014, como prevé el escenario adverso de los test de estrés a la banca española que ha realizado Oliver Wyman para detectar sus carencias de capital, a las entidades se les vendría encima un alud de ladrillo. Según los datos del informe de la consultora, las potenciales pérdidas a que se enfrentarían los bancos por culpa de este sector en tal situación –incluidos créditos a promotores, hipotecas, obra pública y activos adjudicados o recibidos en pago de deudas– ascenderían a 186.100 millones de euros, de un total de potenciales pérdidas de 265.000 millones de euros. Es decir, el equivalente al 70 por ciento.

Casi un tercio de esos 186.100 millones de euros, 50.963 millones de euros, correspondería a las cuatro entidades nacionalizadas a través del FROB: Bankia, NCG Banco, Banco de Valencia y Catalunynabank. No obstante, la cifra real en estos cuatro casos es mayor, ya que en los anexos individualizados de cada entidad que Oliver Wyman incluye en el informe, los créditos tóxicos asociados a la obra pública se engloban en un mismo apartado que incluye también grandes empresas, pymes y autónomos.

El segmento que proyecta una mayor cantidad de potenciales pérdidas en el escenario adverso es el de la promoción inmobiliaria: 97.100 millones de euros, equivalente al 42,8% de la cartera total de crédito promotor que las entidades tenían cuando cerró 2011. Después de crecer un 283% durante el «boom inmobiliario», los préstamos para este sector se contrajeron de forma sustancial entre 2004 y 2008, como refleja Oliver Wyman, que expone en el informe tres razones para justificar sus potenciales pérdidas que no dejan en muy buen lugar la forma de actuar del sector. Para empezar, asegura que la mayoría de la cartera ha sido refinanciada o reestructurada y que esto ha creado «pérdidas latentes asociadas a esos préstamos que, generalmente, no han sido reconocidas en los balances de las instituciones». Junto a ello, prosigue el informe, todas las instituciones, en mayor o menor medida, han clasificado muchos créditos promotores en otras categorías para ocultarlos. A estos dos factores se suma la caída de los precios y la consiguiente devaluación de los activos.

Hipotecas
El otro gran foco de potenciales pérdidas para las entidades asociado al sector del «ladrillo», excluidos los adjudicados, es el de las hipotecas, que en el escenario adverso alcanzaría los 24.700 millones de euros, equivalente al 4,1% de la cartera de crédito que las entidades tenían en sus balances asociado a este segmento a 31 de diciembre de 2011. Como en el caso del crédito promotor, Oliver Wyman también desliza aquí una crítica al modo de actuar de las entidades al asegurar que uno de los motivos por los que espera que aumenten las pérdidas de las entidades por estos créditos es por los «potenciales riesgos latentes no reconocidos en los balances, como valoraciones de los precios de las viviendas que no reflejan su valor real actual, así como potenciales impagos que han sido clasificados como préstamos reestructurados». Junto a ello, la consultora apunta a la alta tasa de desempleo español, «que aumentará de forma severa las tasas de impagos», y la caída del precio de la vivienda, que afectará al valor de los activos que las entidades tengan en sus balances.

Activos adjudicados
Los activos adjudicados o recibidos en pago de deudas conforman la otra gran losa crediticia de la banca española. En el escenario adverso, le supondrían unas pérdidas de 55.500 millones de euros, que equivalen al 63,4% de los que tenían en sus balances los bancos el pasado diciembre. La caída de la actividad económica, que ha incrementado de forma importante las tasas de impago en todos los segmentos, especialmente en el promotor, es el factor fundamental que explica el incremento tan notable. Asociada al sector promotor, la principal fuente de potenciales pérdidas que contempla Oliver Wyman es el suelo, tanto en términos relativos como absolutos: 29.900 millones de euros, el 80% del total que hay en estos momentos en los balances bancarios. Las entidades nacionalizadas sufrirían un tercio del total de esas potenciales pérdidas, 9.582 millones de euros.

El grado de pérdidas asociadas al suelo varía de forma notable entre cada entidad porque, como explica el informe, hay diversos factores que lo condicionan. «Entidades con un mayor porcentaje de suelo en zonas de pobre desarrollo experimentarán mayores pérdidas que aquellas que tengan sus suelos en zonas con mejor desarrollo». Bankia, por ejemplo, tenía en su balance en diciembre terrenos adjudicados para el pago de deudas por valor de 5.307 millones de euros, mientras que Bankinter apenas si tenía 105 millones de euros.