Barcelona

Detenido en Barcelona tras 14 de años de fuga por el «caso Nécora»

La Razón
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Barcelona- Antonio Castellano desapareció del mapa hace 14 años, cuando se le impuso una condena de 10 años de cárcel y un pago de 130 millones de pesetas por colaborar estrechamente con el clan de los «Charlines», uno de los capos más importantes en el mundo del narcotráfico y contrabando de España. Implicado en el «caso Nécora», aquel que trató de erradicar el contrabando en Galicia, Castellano decidió permanecer en paradero desconocido. El jueves fue detenido en Barcelona y ya permanece encerrado en la cárcel Modelo , gracias a la labor del Grupo de Delincuencia Especial y tecnológica de la Guardia Civil.
No ha sido una tarea fácil, más cuando su condena prescribía en tan sólo tres meses y cuando el prófugo tiene 50 años pero aparenta unos 35. Porque Castellano, tras pasar por diferentes países de Sudámerica y Europa –en Suecia fue donde construyó su nueva identidad–, decidió hacerse la cirugía estética, cambiar su rostro y su fisonomía para volver a España.
No le ha salido bien la jugada. Tras su detención, pasó a disposición judicial y ya duerme en prisión. Una sentencia de diez años le espera. La sentencia data de 1991, cuando el juez Garzón sentó a una cincuentena de supuestos narcotraficantes en el banquillo. José Luis Charlín, hermano de Manuel Charlín –el capo de los Charlines–, fue acusado de intentar introducir una carga de mil kilos de cocaína en España y se le impuso una pena de 35 años, una de las más altas impuestas nunca. Castellano fue uno de sus colaboradores.