Recuperar los consensos

Buen análisis de la sentencia del TC sobre el estatuto catalán el que hizo ayer el presidente Aznar en la inauguración del Campus Faes. Recordó que se trata del desenlace de una mala historia, lamentable en su inicio y desarrollo, que tiene unos responsables claros, aún en el poder tanto en Cataluña como en el Gobierno de España. Esos responsables no son otros que Zapatero y Maragall, primero, y Montilla, después.
La motivación del estatut no fue la existencia de una «arrolladora pulsión secesionista», sino el interés de PSOE y PSC por afianzar unos pactos que les permitieran conservar el poder en Madrid y Barcelona sin contar con la mayoría suficiente para ello. Es decir, un interés de partido, no de Estado, que necesitaba de la exclusión del PP.
Para Aznar la sentencia del TC tiene relieve porque plantea unos límites mínimos, «más allá de los cuales no hay Estado». En base a esos límites se puede trabajar con voluntad integradora para, recuperando los grandes consensos liquidados por el actual presidente del Gobierno, recomponer un proyecto que dé estabilidad a las instituciones. El problema es que eso es imposible con Zapatero, que ha demostrado no tener interés por generar consensos, sino más bien por liquidarlos.
El cambio pasa por una nueva mayoría capaz de grandes acuerdos. En la medida en que siga Zeta tales acuerdos son una entelequia.