EL ANÁLISIS: La lenta revolución siria

- ¿Cuáles han sido los fallos del régimen ante esta crisis?
–Su primer error fue un mal diagnóstico. No es justo decir que el régimen sirio no hizo nada ante los primeros síntomas de malestar social, ya que decretó la amnistía y libertad para algunos opositores, y los funcionarios fueron instruidos para prestar mayor atención a las quejas ciudadanas. Sin embargo, el régimen actuó como si la revuelta fuera un caso aislado y no una crisis nacional. Y la estrategia de negación y represión determinó que ya no se podía llegar a un acuerdo ante las autodestructivas consecuencias sociales y políticas de sus acciones. También se equivocó el régimen al tratar de caracterizar a sus enemigos en un patrocinio extranjero o una conspiración islamista, cuando éstos enemigos en realidad son quienes representan las raíces originales del régimen de Al Asad, que encarnaba a las clases obreras y campesinas cuando llegó al poder.

- ¿Qué papel pueden jugar las Fuerzas de Seguridad en el desenlace de la revuelta?
–Muchos observadores creen que el aparato de seguridad constituye la clave del régimen. Desde el comienzo de la crisis, muchos de sus miembros están insatisfechos, mal pagados, explotados y afectados por la corrupción entre los altos mandos. Si han cerrado filas detrás del régimen ha sido más por por el prisma sectario a través del que ven el movimiento de protesta que por lealtad. Pero ese instinto de supervivencia sectario podría empujarlos hacia el otro lado después de ejecutar la suficiente cantidad de violencia sin sentido.