Libros siempre por Enrique Miguel Rodríguez

He tenido una semana estupenda. Cenas y almuerzos navideños en Madrid, la entrega de los premios Alfonso Ussía en LA RAZÓN, donde sin duda la Infanta doña Elena y Curro Romero fueron los protagonistas. El fin de fiesta, importantísimo. Poder reunir en un escenario a tres de los mejores autores del momento, que además venden muchísimos libros: María Dueñas, María Teresa Álvarez y Santiago Posteguillo. María bate récords: más de un millón de ejemplares sólo en España. Después de dos años, su «Tiempo entre costuras» sigue siendo uno de los más vendidos. Y seguirá por mucho tiempo. Está a punto de estrenarse en A3 una serie sobre el referido texto. Los que la han visto, están entusiasmados. Esto llevará a muchos telespectadores a las librerías. En el encuentro de LA RAZÓN de Sevilla le pregunté si su próximo trabajo será la segunda parte de su gran éxito. Sería lo razonable, pero ella prefiere lanzarse desde el trapecio sin red. Ha elegido lo difícil: una nueva novela de temática histórica. Está prácticamente terminada, pero tendrá que esperar. A María Teresa Álvarez, a la que hacía tiempo que no veía, le pregunté si, al igual que en sus anteriores libros, ha escrito de personajes reales históricos. ¿Podríamos leer un futuro texto sobre miembros de la Familia Real actual? Teniendo en cuenta que su fallecido marido, don Sabino Fernández Campos, conde de Latores, ha sido figura importantísima en la reciente historia de España, ella tampoco ha sido ajena a la misma. Tendría unos grandes conocimientos y vivencias para poder hacerlo. Me contestó que nunca lo haría pero, si alguna vez se decidiera, escribiría sobre la reina doña Sofía, que le parece un personaje fascinante. Santiago Posteguillo, que arrasa con «Los asesinos del emperador», sobre el primer César sevillano en Roma, Trajano, contó que ya tenía avanzada una nueva novela sobre el sucesor de Trajano, el también sevillano Adriano, pero que no tendría nada que ver con la idealización que del mismo hizo Marguerite Yourcenar. Le pedí que tampoco hace falta la verdad histórica al extremo, quitándole la magia a los grandes personajes de la historia, porque al final nos enteraremos que el que ha pasado a la historia como el gran amor del emperador Adriano, Antinoo, sufría malos tratos por parte del César romano, que además lo mandó matar.