Barcelona
Mezquitas de polígono para evitar conflictos vecinales
Desde pequeños pisos a antiguos comercios, almacenes, naves industriales e incluso carpas al aire libre se convierten cada día en oratorios para la comunidad musulmana de Cataluña. Según el último informe de la dirección general de Asuntos Religiosos de la Generalitat, a día de hoy existen 195 oratorios islámicos repartidos por el terrirotio catalan.
La población inmigrante no ha cesado de crecer en los últimos años y con ella la proliferación de oratorios ha ido aumentando a ritmo frenético. En los últimos diez años el número de oratorios se ha ampliado un 201 por ciento, pasando de los 97 que se contabilizaban en 1999 a los casi 200 que existen en la actualidad. Así, mientras la población musulamana crece, sus centros de culto se hacen pequeños. Sobrepasan los límites de aforo y los fieles salen a la calle a realizar sus oraciones mientras los vecinos se incomodan y protestan. El problema amenaza con desbordarse.
De Lleida a Reus
Lo sucedido en Lleida no es un caso excepcional y en varios municipios catalanes se repite la misma historia. Las administraciones, especialmente los ayuntamientos, están desorientados, ya que sufren las presiones de los vecinos mientras los creyentes musulmanes reclaman locales dignos para rezar. Por ahora, las licencias de apertura de los oratorios son competencia municipal, pero la construcción y financiación de los centros debe ser de la propia comunidad religiosa.
«El Ayuntamiento ha mediado y trabajado mucho para encontrar una solución a estos conflictos, tanto para los vecinos como para la comunidad islámica», subrayan desde el Consistorio de Girona, que el año pasado cerró la mezquita de la calle Bisbe Sevilla por haberse quedado pequeña. Tras la posibilidad de trasladarla al barrio de Taialà, el Ayuntamiento recibió 1.500 firmas en contra de los vecinos por «impedir la movilidad» en el barrio.
En noviembre de 2009 se decidió situarla en un antiguo local en la carretera de Barcelona. «Ahora se ha encontrado una ubicación consensuada y están contentos, ya que no hay vecinos encima, se puede aparcar sin problemas y tiene capacidad para 300 personas», detallan fuentes del consistorio gerundense.
En Ripoll (Girona) también hubo oposición vecinal a la apertura de un oratorio islámico en una calle «muy estrecha», pero finalmente el Ayuntamiento la autorizó. La situación se ha repetido también en Anglès, Torroella de Montgrí y Salt en Girona; o en Arenys de Munt, Vilanova i la Geltrú y Badalona, entre otros.
Hace cinco años, el Ayuntamiento de Reus (Tarragona) tomó la decisión de cerrar la mezquita situada en el barrio del Carrilet por reticencias de los vecinos. Tras las quejas, el Ayuntamiento pactó el traslado a una nave prefabricada, sobre suelo municipal, en un polígono industrial situado a las afueras de núcleo urbano. «Esta solución era provisional y ahora ya han encontrado un local en la calle de la Tolerancia, también en un polígono industrial, y en cuestión de meses se trasladarán allí», avanza el Consitorio.
Unos 60 conflictos vecinales
Un estudio elaborado por el profesor Jordi Moreras, de la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona, explica que, desde 1995 hasta 2008, se han contabilizado unos 60 conflictos entre vecinos y musulmanes en torno a estas edificaciones. La solución alcanzada en Reus es un ejemplo de la larga lista de municipios que sufren esta problemática y que han optado por trasladar los oratorios a zonas industriales para evitar conflictos de aparcamiento, movilidad y convivencia. En total, entre 15 y 20 oratorios están en polígonos, según Moreras.
En Lleida, el diputado del PSC en el Parlament, Mohammed Chain, anunció ayer que intercederá entre el Ayuntamiento y el colectivo musulmán para que la futura mezquita se construya en un polígono. Sin embargo, según un informe judicial, abrir mezquitas en polígonos alientan la segregación y el aislamiento. «La decisión de trasladar y abrir centros de culto en polígonos industriales supone la segregación de un colectivo a un área apartada e inadecuada que en nada favorece la relación con los otros estratos de la sociedad», considera el arquitecto y urbanista Jordi Griñó, périto judicial del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.
Otros expertos, como Moreras, opinan que desterrar los oratorios a zonas industriales y aisladas puede favorecer a los grupos musulmanes más radicales.
El salafismo radical se propaga
- Después de la comunidad de Madrid, Cataluña concentra la mayor proporción de la población musulmana en España. La religión musulamana se divide en varias corrientes y la más radical es la salafista.
- Una investigación de los Mossos d'Esquadra ha detectado una proliferación de mezquitas próximas a la corriente salafista, que defienden la ruptura con Occidente.
- La mayoría de las mezquitas salafistas se encuentran en la provincia de Tarragona, pero se están propagando desde Reus hacia el área metropolitana de Barcelona.
- Reus, Segur de Calafell, Torredembarra, Valls, Roda de Barà y Cambrils cuentan con templos salafistas. Lleida, Cunit, Sant Boi o Rubí también tienen imanes de ideología radical.
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