Castilla y León
Los sordociegos demandan residencias un censo y la implicación de la sociedad
Valladolid- La falta de comunicación y el aislamiento son las principales consecuencias que padecen las personas sordociegas y que, en muchos de los casos, afecta a la salud mental de la persona.
Una patología desconocida para la sociedad. Casi invisible, derivada de la pérdida de la vista y de la audición, que puede ser resultante de muchos procesos patológicos o hereditarios. Y es que, hay hasta doscientas enfermedades raras que pueden desembocar en una sordoceguera, de ahí que no existan datos fiables de el número de afectados por esta enfermedad, aunque desde la Asociación de Sordociegos de Castilla y León (Asocyl) estiman que en nuestra Comunidad pueden padecer sordoceguera entre 1.100 y 14.500 personas. Por este motivo, demandan a los Servicios Sociales de la Junta que elaboren un censo o registro de personas con sordoceguera para poder saber con más exactitud el número de afectados y poder ayudarles.
En Asocyl son conscientes de las dificultades por la crisis tan dura por la que está atravesando España, pero piden un pequeño esfuerzo económico a las administraciones públicas para que estas personas cuenten con guías-intérpretes y mediadores socioeducativos, esenciales para su calidad de vida, y piden también ayuda a la propia sociedad, a la que reclaman una mayor responsabilidad y conciencia del problema de estas personas. Desde Asocyl explican que son los propios usuarios y voluntarios quienes sacan adelante todo el trabajo con su esfuerzo, pero no es suficiente y necesitan ayuda. Además, se ofrecen como el mejor espacio para solucionar el problema de estas personas y dar respiro a sus familiares. En este sentido, reclaman también residencias específicas para sordociegos, ya que muchos, aunque son jóvenes, se encuentran en residencias de mayores, aislados y con sus facultades muy deterioradas.
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