Mourinho reina en la pizarra

MADRID- Mientras el Real Madrid buscaba el segundo gol en Mallorca arriesgando con sólo tres defensas, Mourinho escribía en un pequeño papel el esquema que el equipo debía adoptar si se ponía por delante en el marcador. Antes, ya había realizado los tres cambios para dar la vuelta a un partido que dominaba el Mallorca. Algo parecido hizo en Copa del Rey ante el Málaga, con las tres modificaciones en el descanso en busca de una remontada que acabó llegando. Al portugués se le podrá acusar de muchas cosas, pero no de falta de actividad en el banquillo, desde donde trata de influir lo más posible en lo que ocurre sobre el césped. Unas veces intenta cambiar la inercia con una protesta airada al colegiado y otras, dándole una vuelta de tuerca a su pizarra para que los suyos recuperen el mando. Igual que le sucede a Guardiola, «Mou» no se corta a la hora de cambiar su sistema tantas veces como haga falta, reconociendo que ha podido equivocarse en el planteamiento inicial. No hay ningún problema en jugar con pocos defensas si hacen falta goles y más tarde poner un trivote en el medio para mantener el resultado. Parece lo lógico, pero a otros técnicos les cuesta analizar con tanta rapidez el momento concreto del choque y actuar en consecuencia. Mourinho siempre ha dicho que los partidos no son sólo 90 minutos, que también incluyen las ruedas de prensa previa y posterior y el intermedio, un cuarto de hora en el que el portugués saca todo su carisma para convencer: «En el descanso el míster nos ha enchufado», decía Pepe tras el triunfo en Mallorca.