Carta a un socialista por José María Fuster-Fabra

Sé de tus dudas y no te arriendo la ganancia. Por un lado, eres catalán y te atrae la imagen juvenil y de cambio que identificas con Carmen Chacón; por otro, tu olfato político y tus años de militancia te acercan a Rubalcaba que relacionas más con Felipe, a quien tanto respeto tienes, que con Zapatero, de quien dices que lo suyo con Alfredo fue un matrimonio de conveniencia destinado al fracaso.

Como no soy socialista, ni jamás los he votado ni tengo la más mínima intención de hacerlo, mi consejo de poco te servirá, pero visto desde fuera y por alguien que por patriotismo cree que es necesaria una oposición que haga su papel, mi primer consejo es que os aclaréis sobre qué queréis ser.

Vale, sois de izquierdas eso ya lo sabemos, y lo repetís hasta la saciedad, pero mi duda es si tiene sentido hoy ser abiertamente de izquierdas o de derechas. Ya sé que dirás que a mí me gusta presumir de que soy de derechas, pero ya sabes que lo suelo decir más que nada para provocar.

Hoy en día, y más ahora, lo que hay que ser es prácticos y eso no casa con alianzas de civilizaciones, memorias históricas, ni subvenciones surrealistas.

Tampoco casa la practicidad con la contradicción en el discurso –ahí ha dado en el clavo Rubalcaba–, ni con el sectarismo –la gente no es buena o mala, válida o no válida por pensar como tú, claro que eso vale para que lo apliquen todos los partidos–. Dentro de la coherencia hay que escoger a los más preparados, no a los más pelotas.

En fin, por el bien de todos, incluso de los que no os votamos, espero que acertéis en vuestra elección.