Aznar insta a ejecutar las reformas sin complejos

SEVILLA- José María Aznar hizo ayer de conciencia colectiva del PP. Una vez más, eso no es novedad, aunque lo que cambian sí son las circunstancias. No es lo mismo hacerlo ante un Congreso como el que se celebró en Valencia en 2008, es decir, ante un Mariano Rajoy «desnudo» de victorias electorales, que ante el Rajoy que ayer, con las espaldas cubiertas con la mayor cuota de poder que ha tenido nunca el PP, presentó su candidatura para revalidar su mandato en la Presidencia del partido.
Su discurso estaba bien medido, no contenía ningún exceso ni rompía tampoco con la uniformidad de un Congreso en el que el PP no ha arriesgado ni siquiera un poco en el terreno ideológico. El Congreso tenía que celebrarse, y Rajoy ha cumplido estrictamente con la obligación, con el trámite de reorganizar su partido para la etapa de Gobierno. Y ahí entró a última hora de la mañana de ayer la voz de Aznar para, sin salirse del guión, dejar varios avisos a la cúpula de su partido. Primero, que tienen que gobernar y hacer uso de la mayoría absoluta que le han dado los españoles en las urnas para aplicar el programa del partido sin complejos. «Nunca como en los últimos años ha estado tan claro lo que se votaba. En todas partes, en todo momento. Nunca ha salido de las urnas un mandato tan reiterado y tan nítido. Y, por ello mismo, tan preciso y tan exigente», defendió.
Segundo mensaje: que los españoles han votado al PP para que les saque del «mal sueño» del socialismo. Es decir, que los españoles esperan de ellos que se «echen el país a la espalda», que regeneren las instituciones, que reformen la Educación y la Sanidad y hagan viable el Estado de Bienestar, y que pongan de nuevo en marcha el «ascensor social para que haya oportunidades para todos».
Y por último, la contundencia frente a ETA, en esos términos tan sonoros que hoy casi solo Aznar sigue utilizando. O al menos es difícil escucharlos en la cúpula popular, aunque en el fondo puedan estar compartiendo las esencias de esas palabras. Los españoles han votado al PP–les recordó Aznar– para «guardar y hacer guardar la memoria, la dignidad y la justicia que merecen las víctimas, y aplicar sobre los verdugos todo el peso de la ley». «Es el momento de repetir a los terroristas un mensaje muy sencillo: Nosotros ganamos, ellos pierden. Sin un ápice de confusión», les exhortó. Rajoy también recordó al PP que tiene un mandato para hacer «buena política», para hacer «patriotismo» con convicciones firmes. Y que hicieron una campaña prometiendo ser el Gobierno del cambio, y ahora tienen que ser de verdad ese partido y ese Gobierno del cambio que saque a España de la «pesadilla». Su receta es unidad y un liderazgo decidido y verdaderamente integrador, porque «no hay salidas locales ni socialistas de la crisis». El ex presidente reivindicó una España fuerte, unida y valiente a la hora de hacer las reformas que exige el momento. «Necesitamos regenerar el Estado y ponerlo a la altura de una gran nación», añadió.
Y además de los mensajes internos, Aznar se erigió en la voz más crítica contra el PSOE en un congreso de «guante blanco», incluso en la mirada a los socialistas. Para ello, recuperó una frase que ha utilizado en otras ocasiones, la de que España deja atrás al «peor Gobierno de nuestra democracia», antes de echar sobre las espaldas del PSOE la acusación de que con su gestión «han atacado» a las instituciones, a sus símbolos, a la cohesión territorial y a la convivencia. «España ha mostrado una resistencia única frente a ese largo invierno de nuestra economía, de nuestro civismo y de nuestras instituciones, que habría helado el alma nacional de muchos países», defendió. Más allá del mensaje Aznar también dejó constancia formal, una vez más, de que sigue moviendo y conmoviendo a las bases. Que le buscan, que le siguen como si fuera el Flautista de Hamelin. Incluso aunque como ayer se esforzara en no llamar la atención en línea con el tono oficial de perfil bajo del cónclave. A ellos, consciente del alcance de cada una de sus palabras, les dijo que con Rajoy «tienen un gran partido y un gran Gobierno dispuestos a asumir su responsabilidad». «El mensaje que tiene que salir de este Congreso es que tenemos la determinación para hacer lo que España necesita, y eso se llama patriotismo».