Griñán y el gol de Zarra

Fue ver la foto y acordarme de inmediato del gol de Zarra, aquel antiguo éxito del fútbol español con el que España no ganó nada ni nunca nos enteraremos bien si fue contra Brasil o contra Inglaterra en el partido anterior a su derrota frente a Suecia. Me refiero a la foto que tuvo lugar la semana pasada en San Vicente en la que las viejas glorias del socialismo andaluz se reunieron con los nuevos roqueros del partido bajo la atenta mirada de Rubalcaba, que hacía de Yul Brynner como jefe de la banda en «Los Siete Magníficos». La foto me recordó al gol de Zarra en tanto que de ella hemos vivido los últimos cincuenta años en un triste ejercicio de nostalgia y melancolía a falta de mayores éxitos y glorias deportivas. La cosa era tan patética que cada vez que España rozaba el ridículo internacional, nos enseñaban por la tele el gol de Zarra con ánimo de hacernos recordar aquel tiempo en el que los resultados se salvaban por los pelos aunque nunca nos sirvieran para nada. El PSOE andaluz ha entrado en esa dinámica de mostrar en cada telediario el gol de Zarra. Y amenaza con repetir la foto en Sevilla cada quince días, a la vista de los malos resultados que les anticipan las encuestas. Quieren que nos aprendamos la delantera formada por Rubalcaba, Griñán, Pizarro, Chaves, como antaño se repetía de carretilla la del Athletic (Iriondo, Venancio, Zarra, Panizo, Gainza), sólo que en esta ocasión no tienen a nadie que meta los goles ni el público de casa parece contentarse con gestas tan magras. Dicen que Andalucía es prioritaria para sus resultados y que Sevilla es la clave. Y tanto. Pero esta vez son un millón de parados los que tienen el problema y ellos que gobiernan los que no tienen la solución. ¿Qué solución van a tener a escasos meses de las elecciones si no es haciendo en una semana, como ha ocurrido en Écija, el muro de contención que no habían tenido tiempo de construir en los últimos años?
Al PSOE le va mejor la ideología que los hechos, pero esta vez no basta con repetir que Andalucía es progresista. Ya no se trata de asustar con que viene la derecha ni de construir más carriles bici de izquierda. Ni vale con enseñar flamenco en las escuelas ni con fumar en la calle ni con poner más radares. Se trata de construir realidades que la gente no cree cuando vuelven a mostrarle el gol en sepia de Zarra y la delantera formada por Rubalcaba, Griñán, Pizarro y Chaves.