«Las relaciones están casi rotas»

Es el ritual que había utilizado el Barça de Guardiola tras conseguir títulos. Ayer no levantaron ninguna copa, pero eliminar al máximo rival bien que justifica que se desate la euforia. «Es un momento único, eliminar a un equipo como el Madrid es para celebrarlo», destacaba Andrés Iniesta.

La euforia barcelonista contrastó con la indignación madridista. Como ya sucedió en la ida, los argumentos futbolísticos no aparecieron por ningún lado y las quejas arbitrales era lo único que se podía escuchar en boca de los blancos. «Mourinho está indignado, como todo el madridismo. No hay que decir mucho más, todo el mundo lo ha podido ver», señalaba Karanka en la sala de prensa. Un discurso parecido al que había utilizado pocos minutos antes Jorge Valdano, director general blanco.

«Esta eliminatoria está marcada por las decisiones arbitrales», comentó. El argentino fue el único que felicitó públicamente al rival. La expulsión de Pepe en el partido de ida fue uno de los argumentos más esgrimidos por los jugadores blancos. «En el Bernabéu nos dejaron en inferioridad y hubo impotencia. Once contra once sí hubo equilibrio», declaró Xabi Alonso. «Te quedas con el recuerdo del partido de casa. Con el 0-0 y el 1-1 en el Camp Nou hubiéramos llegado a la final», sentenció Casillas.

Pero las peores consecuencias de los cuatro enfrentamientos tan cercanos son para «La Roja». «Hay jugadores de la Selección que han quedado marcados», afirmó el capitán. «No me ha gustado la actitud de algunos jugadores del Barcelona», añadió. «Las relaciones entre algunos futbolistas de la Selección están casi rotas», admitió Xabi Alonso.

El nombre del colegiado belga Frank de Bleeckere no apareció en ninguna de las declaraciones del bando azulgrana, eufórico tras sellar el regreso a Wembley, donde ganó su primera Copa de Europa. «Esperemos que se repita la historia del 92», destacó Pedro, que dio al Manchester United por clasificado. Los jugadores azulgrana acabaron el encuentro agotados. «Han sido 18 días muy duros, necesitamos desconectar un poco. Hemos hecho un esfuerzo terrible», indicó Guardiola, que concedió dos días enteros de fiesta a su plantilla.

Guardiola no quiso entrar a valorar la actuación arbitral, pero respetó la postura del Madrid. «No pasa nada, cada uno es libre de decir lo que quiera, por eso vivimos en una democracia. Ahora no vamos a ser los buenos por felicitarles y ellos los malos», subrayó. Dani Alves, en cambio, hizo verdaderos esfuerzos para no entrar al trapo de los blancos: «Hemos tenido que tragar mucho».