La «Misión Metrópolis» una experiencia de evangelización por Lluís Martínez Sistach

La Cuaresma es un tiempo de preparación para la Pascua y un tiempo de profundización y de examen en la fe para los creyentes. También es un tiempo de misión, esto es, de propuesta de la fe y de invitación a revitalizarla a los cristianos que se han enfriado o se han alejado de ella, de la Iglesia o de la práctica religiosa. Por supuesto, esta propuesta de fe conviene hacerla en un clima de humildad y de cordialidad, y no como una ocasión de formular juicios o reproches. La Iglesia quiere ser una comunidad misionera y abierta, y así se ha de manifestar en todas sus iniciativas.

Sirva este prólogo de intenciones y de propósitos para indicar cómo queremos que se realice la «Misión Metrópolis», que durante esta Cuaresma se hará de forma simultánea en doce grandes ciudades europeas, entre ellas Barcelona. Recordemos que también se celebrará en Budapest, Bruselas, Dublín, Frankfurt, Lisboa, Liverpool, París, Turín, Varsovia, Viena y Zagreb. Promueve esta iniciativa el Consejo Pontificio para la Nueva Evangelización, que preside el teólogo y arzobispo Mons. Salvatore Fisichella. Como se recordará, este organismo es nuevo y ha sido creado por Benedicto XVI, que vive intensamente la preocupación por la propuesta de la fe cristiana a los hombres de hoy.

La llamada «nueva evangelización» no es otra cosa que la propuesta de la fe de siempre teniendo en cuenta las condiciones y las necesidades del hombre de hoy. Hemos de pensar que presentar la fe cristiana es sobre todo presentar a Jesucristo, ya que –como escribió el Papa en su primera carta encíclica– «no se empieza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona que abre un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva». Los cristianos siempre –y hoy en especial– hemos de plantearnos cómo somos testigos de Jesucristo en el mundo, ya que creemos que su persona y su mensaje son un gran bien para las personas y para la sociedad misma.

Benedicto XVI, en este sentido, ha propuesto dos iniciativas a toda la Iglesia. La primera ha sido convocar un «Año de la fe», que empezará el 11 de octubre de este año, en el cincuenta aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II, y acabará en la solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, el 24 de noviembre de 2013. La segunda iniciativa ha sido la convocatoria de la asamblea del Sínodo de Obispos, que se reunirá en Roma durante el próximo octubre, y cuyo tema será «La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana». Será una buena ocasión, como ha dicho el Santo Padre, para involucrar a toda la Iglesia en un tiempo de especial reflexión y de redescubrimiento de la fe.

En este contexto eclesial, se inscribe la «Misión Metrópolis» que tendremos en Barcelona. Los arzobispos de las doce ciudades que la celebraremos nos reunimos por primera vez el día 11 de julio del año 2011, y nos hemos vuelto a reunir el pasado 9 de enero para intercambiar reflexiones y coordinar la mejor manera de llevar a cabo esta iniciativa.

Con estas palabras deseo ante todo expresar el espíritu que nos mueve a la hora de realizar esta Misión. Aspira a proponer la fe, no a imponerla. No nos mueven afanes proselitistas, pero sí el dar un convencido testimonio en un clima de diálogo y de respeto a las opciones de las personas. Con estos propósitos la hemos preparado y, desde ahora mismo, la queremos ofrecer, con espíritu fraternal, a todas las personas a las que pueda interesar.

Lluís Martínez Sistach
Cardenal arzobispo de Barcelona