La «operación Goldfinger» vincula a Sean Connery con la trama marbellí

Málaga- El Juzgado de Instrucción número 1 de la localidad malagueña de Marbella ha imputado al actor escocés Sean Connery y a su mujer, junto a otras 28 personas, en unas diligencias judiciales en relación a cuestiones urbanísticas, dentro de una operación contra el blanqueo de capitales denominada «Goldfinger». La causa tiene su origen en la supuesta operación de recalificación del terreno sobre el que se asentaba el chalé que poseyó durante décadas el actor escocés en una urbanización marbellí, y que éste vendió hace algunos años.La Policía Nacional realizó el pasado miércoles registros en las sedes de Madrid y Marbella del bufete Díaz-Bastien y Truan, en relación con los hechos investigados relativos a la presunta comisión de los delitos contra la hacienda pública, prevaricación, malversación de caudales y blanqueo de capitales.Así, alguno de los abogados de la mencionada firma habrían negociado con el que fue alcalde de Marbella Jesús Gil y el ex gerente de Urbanismo Juan Antonio Roca un convenio que permitió la recalificación de los terrenos de una zona que era residencial de chalés y que pasó a ser de cuatro alturas. El juzgado que instruye el caso ha citado a declarar a Connery y su mujer el próximo 27 de mayo en el marco de la operación policial denominada «Goldfinger», en referencia a la película de 1964 en la que Sean Connery interpretó el papel del agente británico James Bond.Durante sus estancias en la costa marbellí hasta 1999, el actor y su esposa residían en el chalé Malibú, sobre cuya parcela –en primera línea de playa– se sitúa en la actualidad un edificio, terminado entre los años 2004 y 2005, y conocido con el mismo nombre que el anterior inmueble. Por ello, la actuación municipal tendría continuidad en el tiempo y afectaría a los sucesores en la Alcaldía de Gil, como Julián Muñoz y Marisol Yagüe, en el marco del denominado caso «Convenios», cuya instrucción se está llevando a cabo en el mismo juzgado en el que se investiga la «operación Goldfinger».