Valencia
Los «conservadores» mantienen la presidencia del TSJ de Valencia
Los nombramientos evidenciaron una fractura importante dentro del grupo «conservador» del Consejo del Poder Judicial.
MADRID- Las negociaciones se mantuvieron hasta minutos antes de que comenzara el Pleno. El acuerdo para renovar las presidencias de seis tribunales superiores de Justicia no estaba cerrado. Cataluña y Valencia eran las llaves para sacar adelante un pacto global. En los casos de Valencia y Andalucía, el elegido contó con 14 votos a favor y siete en contra, mientras que en Cataluña logró 13 avales, una abstención y también siete en contra. La situación era idéntica. En ambos casos, dos votos «conservadores» inclinaron la balanza.
En el caso del TSJ de Valencia, los vocales «conservadores» se inclinaban en una primera opción por Pedro Castellano, pese a comprobar desde el inicio que ese candidato no iba a tener ningún aval del sector «progresista» y que no tendría posibilidad alguna de ser elegido. De hecho, una vocal «progresista» llegó a afirmar que era una cuestión de «casus belli» el nombramiento de Castellano.
Al final, y pese a que algunos de los consejeros elegidos a propuesta del PP eran partidarios de «defender hasta el final» la candidatura de Castellano, dos de sus miembros votaron junto con los elegidos a iniciativa del PSOE, CiU y el presidente, Carlos Dívar, para sacar adelante el nombramiento de Pilar de la Oliva –miembro de la APM– como nueva presidenta del TSJ Valenciano. De la Oliva, miembro de la mayoritaria Asociación Profesional de la Magistratura, sustituye en el cargo a Juan Luis de la Rúa, y formará parte del tribunal que tenga que resolver los recursos contra resoluciones del instructor del «caso Gürtel» y, si llega ese momento procesal, será quien presidirá el juicio que tenga lugar.
Este nombramiento será recurrido ante el Tribunal Supremo por José de Madaria, magistrado de la Audiencia de Alicante y quien también aspiraba al cargo, que, en declaraciones a LA RAZÓN, aseguró que sólo pretende «que se cumpla la ley».
La otra arista que había que limar era la presidencia del TSJ de Cataluña. En este caso se produjo una situación muy parecida. La vocal Margarita Robles se convirtió desde un principio en defensora de la candidatura de Miguel Ángel Gimeno, ex portavoz de Jueces para la Democracia, asociación a la que también pertenecía la citada vocal. La mayoría de los consejeros «conservadores» se opusieron con rotundidad a esa posibilidad, ya que apostaban con firmeza por la continuidad de María Eugenia Alegret. En este caso, también el voto de un consejero elegido a propuesta de los «populares» permitió que prosperase la candidatura defendida con énfasis por Margarita Robles, mientras que siete respaldaron a Alegret y uno del «grupo conservador» se abstuvo.
Desde el grupo minoritario se criticó muy duramente esta decisión, ya que entendían que Alegret «reunía de sobra los requisitos de mérito y capacidad para continuar. Es una gran jurista». Además, se preguntaban cómo se iba a defender la política de igualdad, cuando a la única mujer que hasta ahora presidía un tribunal no se le renovaba.
Asociacionismo
Hasta ahora, el criterio del CGPJ era renovar para un segundo mandato a quienes llevaban sólo cuatro años al frente de un tribunal superior. Esa «norma no escrita» se rompió con Fernando Ruiz-Piñeiro, a quien los «progresistas» vetaron para continuar al frente del TSJ Vasco. Ayer, Juan Castro Feliciano –JpD–, Vicente Rouco y José Luis Concepción –APM– fueron renovados para continuar al frente de los tribunales superiores de Canarias, Castilla La Mancha y Castilla León, respectivamente. Sólo María Eugenia Alegret no fue renovada.
Para el TSJ de Andalucía, el elegido, Lorenzo del Río, ex portavoz de Fancisco de Vitoria, logró 14 votos. El designado contó con los votos de Concepción Espejel y Claro José Fernández, pertenecientes al grupo «conservador», quienes, sin embargo, sí respaldaron las candidaturas de Pedro Castellano –en las dos votaciones– María Eugenia Alegret y José Luis Concepción para presidir los TSJ de Valencia, Cataluña y Castilla y León, respectivamente, según pudo saber este diario.
Miguel Ángel Gimeno. Presidente del TSJ catalán
Fue portavoz de Jueces para la Democracia, cargo que abandonó cuando anunció su intención de concurrir a la presidencia del TSJ catalán. Actualmente estaba destinado en la Audiencia Provincial de Barcelona. Ingresó en la carrera judicial en 1987 y siempre ha estado destinado en Cataluña. Fue respaldado desde un principio por la vocal Margarita Robles.
Pilar de la Oliva. Presidenta del TSJ valenciano
Necesitó dos votaciones para para ser elegidad. Su desingación supone un «ascenso meteórico» en suc carrera profesional, ya que pasa de titular de un juzgado de instrucción a presidir el más alto tribunal dentro de la comunidad valenciana. Era la «segunda opción» de la mayoría del «grupo conservador», toda vez que el preferido era Pedro Castellano.
Lorenzo del Río. Presidente del TSJ andaluz
Durante unos años fue portavoz de la Asociación Judicial Francisco de Vitoria. Sustituye en el cargo a José Augusto Méndez de Lugo, el único que ha permanecido tres mandatos al frente de un tribunal superior. Del Río es actualmente presidente de la Audiencia Provincial de Cádiz y se le considera un magistrado de tendencia «progresista» dentro de su asociación.
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