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La guerra a las puertas de Bengasi

La guerra libia se libra cada vez más en los medios de comunicación y en los organismos internacionales, donde el régimen libio gana tiempo y batallas, al igual que sobre el terreno.

Seif al-Islam Gadhafi, durante la entrevista en televisión en Trípoli
Seif al-Islam Gadhafi, durante la entrevista en televisión en Trípolilarazon

El régimen de Muamar Gadafi siguió ayer bombardeando en dos frentes a los rebeldes: desde el cielo y desde los medios de comunicación, que están sirviendo de plataforma para la propaganda gubernamental, que busca sembrar el caos, la división y la desesperanza entre las filas enemigas. El líder libio y su hijo más mediático y occidentalizado, Seif Al Islam, hablaron públicamente reiteradas veces en las últimas horas, lanzando mensajes victoriosos y amenazantes, mientras la televisión estatal libia no ha dejado de enviar mensajes a los oponentes del régimen, anunciando la toma de ciudades por las tropas de Gadafi mucho antes de que éstas tengan lugar.

A los territorios bajo control rebelde llegan mensajes por teléfono y por televisión pidiendo a la población que apoye al que sigue siendo oficialmente su líder y prometiendo una pronta «liberación» a manos de las fuerzas gubernamentales. Éstas lanzaron ayer un nuevo y brutal ataque contra la localidad de Misrata, a 200 kilómetros de Trípoli, donde los revolucionarios han estado resistiendo semanas de asedio. Al menos 11 personas murieron ayer, mientras no se conoce el número de víctimas en los enfrentamientos entre los anti y pro Gadafi en Aydabia, después de dos días de combates, en los que todavía no se ha decidido el control de la ciudad, aunque las tropas del coronel parecen ir ganando.

Primera bomba en Bengasi

Los choques se han concentrado en los alrededores de esta localidad estratégica, donde se lucha por el control de las carreteras que llevan a la frontera con Egipto (fundamental para la supervivencia de los rebeldes) y a Bengasi, capital de la Libia libre. Allí cayó ayer la primera bomba, en las afueras de la ciudad y próxima al aeropuerto, presagiando un ataque contra el epicentro y último bastión de la revolución.

Un portavoz rebelde, Yalal Al Ghalal, aseguró a LA RAZÓN desde Bengasi que las tropas de Gadafi se dirigen hacia la ciudad, que, al cierre de esta edición, seguía en calma, pero preparándose para una dura batalla. Los Gadafi han dejado claro que Bengasi es su objetivo y Seif Al Islam ha asegurado que la guerra habrá terminado en 48 horas, prometiendo por otra parte perdonar a los rebeldes, que no tienen intención de rendirse. Éstos cargan ahora duramente contra la comunidad internacional, que aún sigue discutiendo sobre la posibilidad de establecer una zona de exclusión aérea sobre Libia, que, en estos momentos, ya no sería suficiente y llegaría demasiado tarde.

El Consejo de Seguridad de la ONU se volvió a reunir ayer para tratar de alcanzar un consenso, que parece poco probable, mientras el secretario general de la organización, Ban Ki Moon, mostró su preocupación por un posible ataque contra Bengasi, donde reside casi un millón de personas, y ha llamado a las dos partes a un alto el fuego inmediato. Su enviado especial para Libia, Rashid Jalikov, acaba de concluir una misión de dos días en el país y su informe podría ser fundamental en las decisiones que vaya a adoptar la ONU.

Incluso el príncipe heredero libio en el exilio, Mohamed Al Senussi, ha pedido a la ONU que intervenga para detener la «matanza» que está teniendo lugar en el país y acabar con el régimen «asesino» de Gadafi. Según Senussi, habrían muerto más de 10.000 personas en la revolución libia, que cumple hoy un mes.

Por su parte, Ghalal dijo a este periódico que la comunidad internacional será responsable de todos los civiles muertos hasta ahora y los que morirán en los próximos días.


España interviene «Aresbank», participado por Libia
El Ministerio de Economía y Hacienda ha acordado ayer, a propuesta del Banco de España, la sustitución provisional de los administradores de «Aresbank», en cumplimiento de los acuerdos adoptados por la Unión Europea para embargar las propiedades y fondos soberanos libios. El banco «Aresbank» está participado en un 99.86% por el «Libyan Foreing Bank», entidad estatal libia dedicada a la financiación de operaciones de comercio exterior entre España y los países árabes. «Aresbank», que presenta una elevada solvencia, tiene como núcleo de su negocio la emisión y confirmación de créditos.

Dada la decisiva influencia que la entidad libia puede ejercer sobre «Aresbank», de titularidad española, se ha decidido sustituir a los administradores actuales durante el tiempo preciso que duren las sanciones contra el régimen de Muamar Gadafi.