Manuel López Ogayar: «Proponemos salir de la espiral PP-PSOE y elegir no sólo votar»

–¿Qué aporta UPyD?
–Ideas y propuestas. No pasamos por ningún filtro ideológico. Eso nos da libertad. Ni PSOE ni PP hacen propuestas sólidas para sacar al país de la situación actual.

–¿Cuáles son esas propuestas?
–En el fondo de la crisis hay una más grave, la institucional. Zapatero ha desarrollado una segunda reforma de los estatutos de autonomía que ha supuesto una modificación por la puerta de atrás de la Constitución. Eso ha generado enormes desigualdades. El cambio de la ley electoral es necesario. Nosotros proponemos que el Estado recupere las competencias de Educación, Sanidad y Justicia. Es algo esencial. El sistema está fracturado en diecisiete comunidades y a quien sale de su comunidad le tratan peor que a un extranjero.

–¿Qué efecto puede causar que las elecciones andaluzas no coincidan con las generales?
–Deberían haberse hecho conjuntas por evitar duplicidades de gastos, por lo demás no nos preocupa. Una de las características de nuestro partido es que el candidato a las elecciones andaluzas, Martín de la Herrán, fue elegido en primarias.

–En Sevilla se concentra todo en la batalla Montoro vs. Guerra...
–Son viejas glorias y malos referentes. Debemos recordar el triste papel de Guerra como vicepresidente del Gobierno y las corrupciones y corruptelas que amparó. Además, va acompañado de Viera, que está en trámites de procesamiento. Tratan de encubrirse en el Congreso. Son el maestro y el alumno aventajado en corrupción y política sectaria. Y el señor Montoro es un paracaidista que han lanzado desde Madrid, pero las circunstancias actuales del país son distintas a las de su etapa de ministro y no ofrece propuestas adecuadas para reactivarlo.

–¿Qué detecta en la calle?
–El ciudadano está cansado y se ve casi resignado a votar entre los que lo han hecho fatal y prometen arreglarlo todo y los que no se arriesgan a nada y esperan la simple alternancia en el poder. UPyD propone salir de esa espiral para que el ciudadano no vote sino que elija.

–¿Cómo reactivaría Sevilla?
–La tasa del paro alcanza en Andalucía el 30%, pero es un problema nacional. Nosotros creemos que hay que simplificar todo el sistema de contratación y fijar un solo tipo de contrato, fijo o indefinido, con un sistema de indemnización creciente en función de la permanencia en la empresa.

–¿Tiene futuro el 15-M?
–Hay que canalizar la indemnización a través de la política, el movimiento ha de estructurarse. La estrategia de IU es electoralista, pero nosotros hemos optado por una discreta y educada distancia.

–¿Qué perspectivas tiene UPyD?
–Muy altas. Pese a que tenemos un problema de comunicación, estamos superando ese hándicap a través de las redes sociales y con presencia continua en la calle. El discurso del PSOE está acabado y estimamos que perderá entre 3 y 5 diputados; y el PP está en su techo electoral. Creemos que vamos a lograr llegar al ciudadano y conseguir al menos un diputado para que se oiga a UPyD.

–¿Cuáles son los retos de Sevilla?
–Sevilla tiene que progresar y desarrollarse. La SE-40 y el metro son fundamentales. Las grandes decisiones deben ser siempre consensuadas. La ciudad no puede dar un paso adelante y otro hacia atrás. Y un ejemplo es la Torre Pelli. La decisión ya está tomada, pero eso no quita que el proyecto sea revisado. Zoido no puede eludir la responsabilidad porque a Sevilla no le puede pasar factura.

–¿Qué exigiría en el Congreso para Sevilla?
–El apoyo y los recursos que necesita en materia de infraestructura. Desde 1992, los avances han sido contados. De la SE-40 se lleva hablando desde antes de terminar la SE-30 y es esencial para la ciudad, igual que del metro.

–¿Cómo interpreta la lucha entre Junta y Ayuntamiento?
–Hay mucho de batalla fingida electoralista, hay mucho teatro en las reivindicaciones de Zoido. Cada administración ha de centrarse en sus competencias.

–Los recortes parecen inevitables, ¿dónde metería la tijera?
–Los gobiernos no están legitimados a hacer recortes mientras no hagan una política decidida de recortes institucionales. Hay que acabar con las duplicidades e instituciones innecesarias que hay en el país. Si todo se simplificara, el Estado podría ahorrar cerca de 26.000 millones de euros. Y si eliminaran las diputaciones, otros 14.000 millones. Mientras esto no suceda, no tenemos autoridad moral para plantear recortes.