Energía

Greenpeace rebautiza el Ministerio de Industria

Una docena de activistas de Greenpeace han rebautizado la sede del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio en Madrid como "Ministerio del Cementerio Nuclear de Industria, Turismo y Comercio". A tal efecto, los miembros de la organización medioambiental se han colgado de la fachada del edificio, en el paseo de la Castellana, 160 y la han taladrado con letras nuevas y un escudo o emblema nuclear.Unas veinte o treinta personas secundan el acto con la reivindicación de "No al cementerio nuclear", según la pancarta situada sobre la puerta, para exigir al Gobierno y al presidente del ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, que "deje de mentir"y "llenarse la boca con apoyo a las renovables"mientras sigue apostando por la energía nuclear. Así, según ha explicado el portavoz de la campaña nuclear de Greenpeace, Carlos Bravo, a primera hora de esta mañana una docena de activistas se ha encaramado a la fachada del edificio del paseo de la Castellana 160 y han colocado un símbolo nuclear y han añadido 'Del cementerio Nuclear', cuyas letras han ido quitando posteriormente los agentes nacionales con sus porras."El Gobierno está mintiendo a la sociedad. Con esta acción queremos mostrar a los ciudadanos la verdadera cara del Gobierno, al que se le está llenando la boca con apoyo las renovables y que, evidentemente, está haciendo todo lo contrario. Es una mentira a los ciudadanos", ha denunciado.Bravo ha señalado que el objetivo de esta acción pacífica es que los ciudadanos conozcan "la verdadera cara del presidente José Luis Rodríguez Zapatero en materia de energías", porque en su opinión, aunque el Gobierno y el jefe del Ejecutivo insisten "con la boca pequeña"en su apoyo a las energías renovables, la verdad es que el Ministerio de Industria que dirige Miguel Sebastián está haciendo una política energética de apoyo a la energía nuclear y, al mismo tiempo, "de acoso y derribo a las energías renovables". En ese sentido, ha recordado que Rodríguez Zapatero prometió cerrar las centrales nucleares aunque "lo que está haciendo el gobierno es tratar de alargar la vida"de éstas, puesto que algunas están a punto de finalizar su permiso de explotación y están dispuestos a renovar sus licencias. "El gobierno está equivocándose absolutamente en su política energética y además está vulnerando de forma clarísima sus compromisos electorales y programáticos", ha denunciado. Asimismo, ha subrayado que para favorecer a la Industria nuclear, el Gobierno pretende construir con dinero público un "costosísimo cementerio nuclear"centralizado para residuos de alta actividad que, a su juicio "no es necesario, no es urgente y que ha provocado un amplísimo rechazo social territorial y político en todas partes".Por este motivo Bravo ha demandado al gobierno socialista un "cambio radical"en su política energética y "el cumplimiento de su compromiso de abandonar la energía nuclear". Para ello, le recomienda que paralice el proceso de construcción del almacén temporal centralizado de residuos nucleares de alta actividad, que "no cuenta con el apoyo social territorial ni político que el mismo gobierno dijo que tenía que tener". Asimismo, insiste en que la ONG quiere que la política energética se oriente hacia las renovables porque la nuclear es "cara, sucia y peligrosa y constituye el mayor obstáculo para el despegue de las renovables, que sí son limpias y generadoras de empleo". Finalmente, el portavoz nuclear de Greenpeace ha lamentado que, el potencial laboral de las renovables no se está aprovechando sino despidiendo a muchas personas del sector "por la política del gobierno", al que insiste en asegurar que "las renovables son la única solución al problema del cambio climático, la nuclear no lo es". Greenpeace es una organización no gubernamental, fundada en 1971 en Canadá, en protesta ante la práctica nuclear estadounidense en el archipiélago de Amchitka (Alaska). La organización lleva a cabo acciones no violentas y de investigación y está establecida en casi todo el mundo, donde obtiene sus ingresos por las cuotas de sus más de tres millones de socios de todo el mundo, con el objetivo de proteger y defender el medio ambiente. Sus campañas se centran en acciones para detener el cambio climático, proteger la biodiversidad, para la no utilización de transgénicos, disminuir la contaminación, acabar con el uso de la energía nuclear y el de las armas.