Argentina

Analfabetismo peronista

Es un lugar común que el mejor español se habla en Colombia. Me parece que es en el interior de Argentina (no en Buenos Aires capital) si le quitas la acentuación y la tonada.

La Razón
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La siembra del presidente Sarmiento, que era maestro y al dejar la Casa Rosada regresó a su escuela, fructificó por décadas en una media bastante culta, hoy arruinada por la pobreza, la deserción escolar y un peronismo que atrofia las neuronas. El Gobierno de Kirschner intentó echar de la Feria del Libro de Buenos Aires, la más importante de Iberoamérica, a Mario Vargas Llosa, hasta que cayeron en la cuenta que era un poco fuerte vetar al último Nobel de Literatura. A Fernando Savater le mandó callar el jefe de Gabinete de la Doña, un tipo que replica por radio «me chupen los dos huevos». ¿Bastaría con uno?

El desprecio de los peronistas por la Cultura se advierte en su dirigismo, paralelo a nuestra Educación para la Ciudadanía, en sus Unidades Básicas ( Casa del Pueblo ) donde encuentras viejos mimeógrafos para volantear octavillas, pancartas, cartelería de Perón y Evita, bombos, porras y «La razón de mi vida», escrita para Eva Duarte por un periodista español. Boicotearon el Nobel a Borges acusándolo de convivencia con las Juntas Militares porque opinó sobre la contrainsurgencia: «Se están comiendo a los caníbales». Borges amaba Argentina y tuvo que irse a morir a Suiza con una japonesa. Un periodista provocador preguntó su opinión sobre los peronistas: «No son ni buenos ni malos; son incorregibles». Hermann Goering afirmaba: «Cuando escucho la palabra Cultura, saco mi revólver». Eso.