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Una víctima de un ciberacosador: «Me pedía fotos desnuda y me mandaba vídeos porno»

Una de las cientos de víctimas de Jorge M.C., acusado de pornografía infantil, ha relatado al tribunal que juzga a este presunto ciberacosador cómo se hizo con sus cuentas de correo para acosarla y exigirla que le mandara fotografías desnuda. "Me pedía fotos desnuda y me mandaba vídeos porno", ha contado la joven.

El procesado Jorge M.C., experto en aplicaciones informáticas, está acusado por varios delitos de revelación de secretos, pornografía infantil, contra la integridad moral y amenazas graves, por lo que se enfrenta a 359 años de cárcel.

En la segunda sesión, seis de las víctimas han expuesto a la sala cómo contactaron con el procesado mediante una red social. A raíz de ello, éste les arrebataba las cuentas de correo para acceder a sus ordenadores y sustraerlas fotos para chantajearlas.

"Se enfadaba y me decía que me tenía localizada. Me costaba dormir por las noches. Quería encontrar una solución para deshacerme de este problema. Decía que me iba a mandar a mi casa fotos desnuda. Pensé que nunca acabaría el acoso. Sabía que me iba a levantar y ese problema seguiría ahí", ha señalado la joven, que tenía entonces 16 años. Además, ha reconocido que accedió a mandarle una foto mostrando sus pechos. "Era una pesadilla", ha dicho.

Además, los agentes de la Brigada de Investigación Tecnológica (BIT) han expuesto cómo se retiraron los elementos informáticos recopilados en la entrada y registro del domicilio del acusado en Chipiona (Cádiz).

El abogado del acusado, Juan Carlos Higuera, ha interrogado a los agentes sobre el volcado de la información en Madrid, puesto que pretende que el tribunal anule el procedimiento por presuntas irregularidades en las intervenciones informáticas y en las solicitudes a Microsoft para analizar la dirección IP del ordenador del procesado.

El representante del Ministerio Público cree que "hay pruebas"contundentes contra el procesado en alusión a los númerosos vídeos de webcam que se extrajeron de su PC, así como las fotografías de las chicas. Por su parte, la abogada de las víctimas, Carmen Cárceles, se ha quejado de que el acusado esté en la calle y ha hecho un llamamiento a que este tipo de situacines no se den cuando hay tanta prueba de cargo.

En su declaración, el acusado se limitó ayer a responder con un "no"a prácticamente todo. No obstante, admitió que en algunos casos podía consultar el perfil público de las víctimas y que éstas colgaban cientos de fotos, al igual que ha añadido que consultaba páginas como 'vota mi cuerpo' en las que se conversaba sobre asuntos de índole sexual.

Según el fiscal, el procesado durante la segunda mitad de 2007, 2008 y comienzos de 2009 ocultó en Internet su verdadera identidad y edad, utilizando fotografías de adolescentes o jóvenes. De este modo, contactó en distintos sitios web, con personas, muchas de ellas menores, con las que iniciaba conversaciones en el messenger. En éstas, el acusado charlaba sobre cosas diversas y también temas sexuales.

Al mismo tiempo, conseguía las contraseñas de Messenger utilizadas por esas personas. Una vez que tenía el dominio de las cuentas, les hacía ver a sus usuarias que disponía del contenido de los mensajes para chantajearlas.

"Ello producía una situación de angustia sobre las chicas, que comprobaban que nada servía si le borraban o readmitían porque se agregaba desde otra cuenta, llegando a utilizar varias cuentas para acosar a uno víctima", señala la Fiscalía.

Según el fiscal, en algunas ocasiones les dijo que conocía donde vivían y les decía que iría allí y les haría la vida imposible. Así, logró que varias de las víctimas accedieran a sus requerimientos de enviarle fotografías y vídeos o que se mostraran desnudas en la webcam.

A raíz de la denuncia de una de las chicas en Madrid, la Policía solicitó al juez que oficiara a Microsoft para que informara sobre todos los datos de tráfico de comunicaciones que dispusiera sobre sus cuentas.

El procesado fue detenido en Chipiona (Cádiz) después de que la Policía comprobara que desde su domicilio en la calle Estrella Polar se habían realizado las conexiones con las citadas cuentas.