Barcelona

Los equilibrios de Mas en la Generalitat

Configurar un Govern con independientes, miembros de UDC y de CDC que guste a todos se prevé tarea difícil.

El presidente de CiU, Artur Mas, deberá hacer de equilibrista en el próximo Govern
El presidente de CiU, Artur Mas, deberá hacer de equilibrista en el próximo Governlarazon

BARCELONA- Hasta en la antigua Grecia sabían que antes de gobernar debes aprender a gobernarte a ti mismo. Y, esto, precisamente, es lo que el próximo presidente de la Generalitat, Artur Mas, deberá hacer antes de tomar posesión, una de las tareas más peliagudas que deberá afrontar en su mandato. Si Maragall y Montilla tuvieron que lidiar con las aspiraciones de tres fuerzas en el mismo Govern, Mas también deberá mostrar buenas dotes de equilibrista.

Para empezar, su intención de crear un «gobierno de los mejores» abierto a independientes ya ha levantado ampollas entre algunos de sus compañeros de partido. «Aguantar siete años de travesía por el desierto bien se merece una buena recompensa en forma de cargo», debieron pensar muchos de los que permanecieron al lado de Mas en la oposición cuando oyeron las pretensiones del líder de CiU. Hasta el propio ex presidente catalán Jordi Pujol mostró su rechazo a la iniciativa del líder de la federación, recordándole que la política está echa para aquellos que son profesionales de la materia

Pero si alguna cosa se prevé especialmente complicada, es mantener el equilibrio entre Convergència y Unió. Aunque los tiempos de tensión entre ambas formaciones parecen haber pasado a la historia, un 25 por ciento de los cargos de la Generalitat quedarán reservados a esta formación, según rezan los estatutos de la federación. Lo que podría traducirse en tres conselleries, dado que Mas tiene entre ceja y ceja abrir sólo 12 departamentos. Con el líder de UDC, Josep Antoni Duran Lleida, decidido a permanecer en Madrid al frente del grupo parlamentario de CiU en el Congreso, los efectivos de Unió con más posibilidades de ser bendecidos cargo son la número dos por Barcelona, Joana Ortega; el número dos por Lleida, Josep Maria Pelegrí; o el editor Félix Riera, que muchas quinielas sitúan al frente de cultura.
Mantener el orden en el seno de la federación, será una de las prioridades de Mas, más allá de gobernar. Después de ver las experiencia del tripartito, Mas está decidido a hacer departamentos mixtos. Es decir, que incluyan tanto a gente de CDC como de UDC, con los ojos puesto en dejar la división reducida a la mínima expresión. De esta manera, evitará que un partido construya su propio cortijo en un departamento y que las conselleries compitan entre sí, en lugar de colaborar.

Si todo este castillo de naipes no es lo suficientemente complicado de sostener, Mas tiene claro que si algún ex conseller de Pujol vuelve al Govern no lo hará al frente del mismo cargo que ya ostentó. Todo esto, sin olvidar que su núcleo de más estricta confianza, el «pinyol», deberá llevarse parte del pastel. Nombres como Francesc Homs, David Madí, Oriol Pujol deberían tener un papel relevante en el próximo Govern, sin olvidara la estrella ascedente de CiU y alcalde de Sant Cugat Lluís Recorder, que muy probablemente se convertirá en conseller.