Investigación científica
Antibióticos los justos
Los envases de los fármacos deberán adecuarse a la duración de los tratamientos en menos de seis meses
Madrid- La típica imagen del botiquín de casa repleto de cajas de medicamentos a medias tiene los días contados. El Ministerio de Sanidad se ha propuesto que los envases contengan únicamente la cantidad precisa de pastillas para cada tratamiento, y los antibióticos serán los primeros fármacos en adaptarse a los nuevos formatos. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) publicó ayer en su web las instrucciones que deberá seguir la industria farmacéutica para el cambio en los envases, que se producirá de forma paulatina a lo largo de los próximos seis meses.
Vieja aspiración
La iniciativa, anunciada por la ministra Ana Mato el pasado mes de abril, ha sido una vieja aspiración de la mayor parte de los responsables de Sanidad, si bien nunca se había terminado de concretar en una medida real. La propuesta ha contado, según informó la AEMPS en un comunicado, con la colaboración de las principales sociedades científicas de médicos y farmacéuticos de atención primaria.
Aunque para Sanidad «la gran mayoría de los formatos de los medicamentos autorizados son adecuados a la duración de los tratamientos», reconoce que puede haber situaciones en las que, «por la diferente duración de los propios tratamientos, por la naturaleza variable de las enfermedades y sus síntomas, por necesidades individuales de dosis o por la posibilidad de tomar el medicamento a demanda, es imposible disponer de un formato a medida para cada una de las situaciones».
Además, apunta que en el caso de los medicamentos autorizados hace muchos años «puede haber formatos que hayan quedado obsoletos con el paso del tiempo debido a los cambios que han ido sucediéndose en la práctica clínica».
El hecho de que el Ministerio haya empezado por los antibióticos no es casual, pues tienen una especial relevancia en la salud pública. Según los expertos médicos, el mal uso de este tipo de fármacos repercute directamente en dificultades a la hora de tratar las enfermedades, pudiéndose generar resistencia a los tratamientos por parte de las bacterias. El beneficio para las arcas públicas por el hecho de tirar menos medicamentos y el consiguiente ahorro se suma así al que se generará en los propios pacientes. «Esta medida debe contribuir a que los pacientes completen sus tratamientos con antibióticos y que no sobren unidades de los mismos, lo cual tendrá un impacto relevante sobre la salud pública y sobre la racionalización en el uso de medicamentos», dice la AEMPS.
Todos los nuevos formatos contendrán más unidades que los vigentes actualmente. Además, hay algún formato que se retira del mercado y otros permanecen sin cambios, según las instrucciones publicadas ayer. Los antibióticos afectados son la doxicilina, amoxicilina, bromhexina, fenoximetilpenicilina, cloxacilina, cefalexina, cefadroxilo, cefuroxima, cefaclor, cefixima, cefpodoxima, ceftibuteno, eritromicina, claritromicina, azitromicina, ofloxacino, ciprofloxacino, norfloxacino, levofloxacino, ácido fusídico, metronidazol, tinidazol, nitrofurantoína e itraconazol. Por ejemplo, en el caso de la amoxicilina –uno de los antibióticos más utilizados–, se retira el formato de 60 ml en la presentación de 125mg/5ml; las presentaciones con doce cápsulas, sobres o comprimidos pasan a contener 20 unidades y las de 24 pasan a 30. Las presentaciones de 125 y 250 mg/5ml se mantienen en 120 ml, mientras que la de 250 mg/5ml pasa de 60 ml a 40 ml.
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