Londres
Huelga de bolsillo: la semana de Martín PRIETO
La Huelga General era la Bomba Atómica de los trabajadores. Pero tenían que apuntar bien el tiro. Ahora, se hacen a medida, como los trajes. El que le ha hecho Cándido Méndez a Zapatero es muy llevadero.
La derecha autoritaria siempre sostuvo que este país es ingobernable. Ya Cánovas del Castillo sostenía sarcástico que español es aquel que no puede ser otra cosa. Los hechos que suceden demuestran la extrema gobernabilidad de esta sociedad y hasta explica su carácter mansueto. Los funcionarios representan el yunque sobre el que martillea la congelación salarial aquí y en numerosas naciones. Los socialistas son expertos en meterlos en la heladera como primera medida antes de comenzar a ahorrar algo, son la infantería de choque de la austeridad. Pero esta vez no sólo los han dejado tiritando en un iglú sino que la UE nos ha dado a nosotros por primera vez un tijeretazo salarial del calibre de la cornada en la boca de Julio Aparicio en la última Feria de Madrid. Los índices de participación que dan convocantes y Gobierno son ridículos y de chicle, yendo del alfa al omega. No obstante, éste primer ensayo general de todo ha sido de bolsillo, incluso ha propiciado una pelea de novios entre CC OO y UGT y los Sindicatos de la Administración Pública.Los sindicatos nacieron revolucionarios y fueron correa de trasmisión de los partidos de izquierda. En el siglo XXI deben ser otra cosa, inclinándose más a prestar servicios, no sólo reivindicativos. No analizan el porqué de su mínima afiliación ni su dependencia del gobierno de turno que les da de mamar. Así se convierten en oOrganizaciones Sí Gubernamentales, OSG, dadas a meterse en la cama con quien le pagan el pisito. Sobrando razones, ha sido ésta una huelga de bolsillo, quizás por que, les faltaba era cobrar un día menos. La Huelga General es la bomba atómica de los trabajadores, pero la que viene seguro que no pasará de petardo. No en balde dicen los chuscos que el ministro emboscado de Economía de Zapatero es Cándido Méndez, con quien cena todos los miércoles. Se echa de menos al Gran e Histórico Nicolás Redondo.
ATERRIZA COMO PUEDASLa patrimonialización del Estado por parte de este Gobierno es un rayo que no cesa. La tesis imperante es que el presidente lo es en todo momento, incluso cuando decide retirarse al servicio, y ha de tener las asistencias pertinentes. El ex ministro socialista Quique Barón ya adelantó en su día que los ministros eran «bienes de Estado», una frase exotérica y más bien tántrica. Se los han tomado tan a pecho que estos caballeros y «caballeras» hacen cola para tomar aviones de respeto casi a la misma hora, de idéntico día, y con el mismo destino. Será que no desean encontrarse juntos en tan reducido espacio. Casi lo de menos es que Zapatero utilice el transporte aéreo destinado a las autoridades para acudir a sus campañas electorales. Ha ido con el Falcon con su familia a hacer compras personales a Londres y a escuchar a Alemania a su esposa Sonsoles en el coro de una ópera en donde ni se la veía. Aquel código del buen gobierno redactado manuscrito por el primer Zapatero ha desleído su tinta y ya nada queda en la impotente intención. Los asalariados aterrizan como pueden.
EL PERSONAJE DE LA SEMANAAngela Merkel José Luis Rodríguez Zapatero, en uno de sus alardes de intuición, la tildó de «fracasada». Hoy es, prácticamente, el único motor de la Unión Europea. Ha establecido un plan económico para el 2014 con 20.000 funcionarios menos, licenciar 40.000 soldados y 80.000 mil millones de ahorro público. No hay nadie que no se ponga al teléfono, pero siempre es ella la que llama con un carácter insoportable. Le mandó un recado a Sarkozy para que se abstuviera de tocarla, y el otro grande está en silencio debajo de Carla Bruni. La Merkel parece que viste de uniforme y se nota bastante que se crió y estudió en la Alemania del Este. Hoy es un faro y un referente para las zozobras de la UE. Incluso a su marido, ignoto, lo tiene desaparecido en una jaula, y se lleva excelentemente con un socio político liberal, homosexual y que además no habla inglés. A ver cómo se entiende con Zapatero.
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