Roma
Javier Negrete: «Mis novelas encajarían como videojuegos»
Se cierra una serie de cuatro libros que comenzó con «La espada de fuego»
Quedan pocos días para que las tres lunas entren en conjunción y el dios loco Tubilok abra las puertas del infernal Prates. Si ocurre, será la aniquilación de Tramórea. Todas las piezas están colocadas en el tablero para una última partida. El destino de universos enteros depende de la batalla final que se librará en «El corazón de Tramórea». Con este título cierra Javier Negrete una serie de cuatro libros que comenzó con «La espada de fuego».
–¿Le quedan ganas de seguir o da por terminada la serie?
–Está terminada. No comencé con idea de hacer varios libros, pero las ideas crecen, las tramas se complican, las relaciones aumentan y se va necesitando más extensión para desarrollarse y, al final, salen cuatro libros, pero ya está cerrada.
–Comienza con un resumen de lo anterior, ¿lo ve necesario?
–Lo habían echado de menos los lectores y quise que fuera el personaje el que lo contara, en este caso Kratos. Esto le vendrá bien a quien no haya leído lo anterior y el que ya lo sabe se lo puede saltar.
–¿Sigue la abundancia de acción y de personajes?
–Estas dos últimas forman una unidad. Las dos primeras eran más independientes. Hay mucha acción, entendida ésta como todo lo que hace avanzar la trama: diálogos, emociones, acontecimientos… no sólo batallas.
–¿Se terminará por descubrir todos los secretos?
–Se van revelando las cosas poco a poco, dosificando la información y las sorpresas. Según avanza la historia se van descubriendo cosas. No queda todo para el final. Los secretos claves son: ¿qué es Tramórea?, ¿qué va a ocurrir con ella, se destruirá o no? Y sobre el personaje principal, Derguín, que va a descubrir cosas sobre él mismo que no sospechaba. Todo transcurre en dos semanas.
–¿En qué se diferencia la literatura fantástica de la ciencia-ficción?
–La literatura fantástica es el gran árbol que narra cosas que no vemos en la vida cotidiana, cosas extraordinarias. La ciencia-ficción es como una rama. No lo vemos pero podríamos verlo o explicarlo científicamente. En este libro se mezclan las dos según los personajes. Es el punto de vista el que lo convierte en fantasía o en ciencia-ficción.
–¿El género fantástico es un subgénero marginal en España?
–Lo ha sido, pero está saliendo. Hay elementos de la literatura fantástica que llegan a la literatura general. Antes era un género denostado, un subgénero sin prestigio, y ahora es un recurso más a la hora de escribir.
–¿A qué público van dirigidas sus novelas?
–Procuro que sea para todo el mundo, no hago concesiones a la edad. Son libros complejos. Llegan a los que les guste las tramas complicadas, con intriga y con muchos personajes. Trato de ofrecer aquello que a mí me sorprende como lector. Encontrarán bastantes sorpresas y el ambiente como un personaje más.
–¿Va a cambiar de registro?
–Por un tiempo, sí. Ahora estoy con una historia de Roma. Seguiré con la novela de Historia, pero volveré a la fantasía, aunque también la mezclo con la historia.
–¿Cree que sus novelas se podrían editar en otros soportes: cómic, cine, videojuegos?
–Cualquiera de estos soportes valdría, en especial los videojuegos, pero también el cómic. El cine es más complicado. Necesita mucho presupuesto y no hay industria en España para esto.
«El corazón de Tramórea»
Javier Negrete
Minotauro
669 páginas. 20 euros.
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