Buenos Aires

Bernardo Stamateas: «Mucha gente vive para fastidiar»

Con firma propia. Profesión: psicólogo, teólogo, terapeuta familiar y sexólogo. Nació: en 1965, en Buenos Aires. Por qué está aquí: por su libro «Gente tóxica» (Ediciones B), que ya ha vendido 200.000 ejemplares en Argentina.

Bernardo Stamateas: «Mucha gente vive para fastidiar»
Bernardo Stamateas: «Mucha gente vive para fastidiar»larazon

–«Gente tóxica»: personas problemáticas que nos complican la vida...
–Sí, gente quejosa, envidiosa, maltratadora, chismosa, psicópata, etc.

–¿Y cómo evitar que esa gente nos fastidie?
–Aprendiendo a poner límites, a decir no.

–Yo me considero tóxico para mí mismo. ¿Qué hago?
–Todos venimos con defecto de fábrica, todos tenemos un poco de tóxicos; la diferencia entre el bueno y el malo está en que el bueno también es malo, pero no ejerce de malo.

–¿Cuándo nos intoxicamos a nosotros mismos?
–Cuando hablamos mal de nosotros a nosotros mismos. La autocrítica no debe ser obsesiva.

–¿El tipo tóxico más peligroso?
–El psicópata: es un manipulador que puede caernos bien por convincente y seductor.

–¿El más común?
–El quejoso, el que se queja de todo, la víctima eterna.

–¿Cuándo alguien reconoce que es tóxico?
–Cuando la pareja le deja o cuando se deprime y se pregunta por qué está solo.

–Me imagino que se dan toxicidades por sexos...
–En la mujer se da más la envidia y el chisme; en el hombre, la queja, la agresión y la psicopatía.

–Si no dejamos entrar en nuestra vida al mentiroso, chismoso, manipulador, autoritario, envidioso, orgulloso, arrogante, irascible, pesimista, etc., me temo que vamos a vivir un poco solos...
–Todos somos algo tóxicos en algún momento del día. El tóxico auténtico es quien ejerce de tóxico las casi 24 horas del día. Hay personas que viven para fastidiar; eso les hace sentir bien, fuertes.

–¿Los políticos son tóxicos?
–Cuando nos intoxican, sí.

–¿Qué idea de hoy es la más tóxica?
–La que nos convierte en personas-objeto. La que nos cosifica.

–¿La telebasura es tóxica?
–Sí, y triunfa porque nos gusta ver que los demás también tienen problemas. Y sobre todo porque alivia el estrés.

–Eso lo dice porque no ha visto a Belén Esteban...