Elecciones municipales

Más de 9000 euros al mes para las fiestas

La Razón
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MADRID- A juzgar por la elevada deuda que el alcalde de Villaconejos, Adolfo Pacheco, heredó tras su victoria en las municipales de mayo, no puede decirse que su antecesor en el cargo, el socialista Lope Benavente, hiciera de la austeridad una de las señas de identidad de su gestión. Buen ejemplo de ello lo constituye el elevado presupuesto que, según el PP, el anterior equipo destinaba a sufragar las fiestas. Villaconejos tiene a lo largo del año cuatro grandes festividades: El Cristo, Santa Ana, San Isidro y la fiesta del melón. Pacheco cree que un presupuesto razonable para estas cuatro citas rondaría los 120.000 euros: «Ellos, sin embargo, en una sola fiesta se han llegado a gastar 180.000 euros, lo que quiere decir que en un año han superado los 320.000 euros». Además del montante de estos festejos, lo que más ha sorprendido al PP ha sido el modo de facturarlos.

Paellas y novilladas

El equipo de Lope Benavente los abonaba a través de la Sociedad de Fomento del Suelo de Villaconejos. Una entidad que nace con el PSOE en el poder y con capital público al 100%. Pacheco subraya que este tipo de entidades debe tener como objetivo esencial «la gestión del suelo municipal, realizar nuevas compras de terrenos o promocionar viviendas de protección oficial para jóvenes». En lugar de ello, esta sociedad dedicó sus fondos a pagar paellas, orquestas, parques infantiles, parrilladas y novilladas con picadores. Este procedimiento permitía que las fiestas figuraran como pagadas cuando, en realidad, el Ayuntamiento seguía debiendo el total de las mismas a la sociedad pública. Cuando Lope Benavente comprende la imposibilidad de mantener en el tiempo esta irregularidad contrajo un préstamo para devolver esta deuda. Hoy, el Ayuntamiento debe a esta empresa una cantidad cercana a los 340.000 euros, que paga a través de ingresos mensuales superiores a los 9.000 euros.

Otro de los capítulos sobre el que Adolfo Pacheco llama la atención es la contratación de una abogada que facturó minutas por valor de 356.000 euros por sus gestiones. Estos pagos también fueron heredados por Pacheco. Respecto a la relación contractual entre esta abogada y el Ayuntamiento, el Colegio de Abogados de Madrid, en un escrito del 12 de septiembre, negó que ésta cometiera actos «atípicos desde el punto de vista deontológico», pero abrió la puerta a que éstos hechos pudieran denotar «en su caso una irregular actuación del anterior alcalde del Ayuntamiento con ocasión de la contratación de los servicios profesionales de dicha letrada».