Londres
Bush no quería a Brown como primer ministro
El infructuoso intento por parte de Tony Blair de permanecer un año más en el poder no fue exclusivamente un capricho político. Según reveló ayer el diario londinense «The Sunday Telegraph», el ex primer ministro británico sufrió las presiones de la Casa Blanca para que prolongara su mandato, ya que «dudaban» de la capacidad de su sucesor, Gordon Brown, para trabajar con ellos.
Según el diario británico, figuras clave de la política estadounidense «sugirieron» a Blair que ganara tiempo después de una tensa reunión entre Brown, entonces ministro de Economía, y la ex secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice. Brown puso de manifiesto en este encuentro su discrepancia con la política para el desarrollo de George W. Bush y su postura frente a África, lo que hizo saltar las alarmas en Washington.
Aunque la transición ya estaba pactada, Blair pretendía mantenerse en el poder hasta 2008, momento en el que la elección del nuevo presidente en EE UU disiparía los posibles «problemas» en las relaciones entre ambos gobiernos. Además, pensó en el entonces secretario de Estado de Medio Ambiente, David Miliband, como sucesor. Sin embargo, los seguidores de Brown se rebelaron y Blair no pudo evitar que éste atravesara las puertas de Downing Street en la fecha pactada, iniciando una nueva era más independiente de las decisiones de Washington.
El ex ministro de Negocios Peter Mandelson ya habló recientemente en su libro sobre «los ataques estratégicos» que Blair habría ejecutado sobre Gordon Brown, al que definía como un hombre «loco y malo». La reelección de Blair en 2005, después de haber prometido que dejaría el cargo, recrudeció las relaciones entre los dos líderes laboristas y su tradicional antipatía. Sin embargo, y a la luz de la publicación del diario británico, no habría sido esta el motivo fundamental para que Blair tratara de mantenerse un año más en el poder.
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