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El Cairo

Los disturbios tumban al Gobierno en Egipto

La ola de violencia que se ha apoderado de El Cairo a una semana de las elecciones y que se ha cobrado más de dos docenas de muertos se llevó ayer por delante al Gobierno interino. En medio de las agitadas protestas, el Consejo de Ministros presentó su dimisión a la Junta Militar, que dirige el país desde la caída de Hosni Mubarak.

Un manifestante afectado por los gases lacrimógenos (d) recibe ayuda de otro durante los enfrentamientos con la policía y soldados en las proximidades de la Plaza Tahrir
Un manifestante afectado por los gases lacrimógenos (d) recibe ayuda de otro durante los enfrentamientos con la policía y soldados en las proximidades de la Plaza Tahrirlarazon

EL CAIRO- «Por las dificultades que está atravesando Egipto actualmente, el Ejecutivo va a asumir sus funciones hasta que el Consejo de las Fuerzas Armadas tome una decisión», agregó. Sin embargo, según dijo a Efe un portavoz de uno de los partidos gubernamentales, la cúpula castrense habría aceptado la renuncia del Gobierno en pleno, si bien todavía no hay confirmación oficial. El Consejo de Ministros sostuvo que «sigue con mucho interés el desarrollo lamentable de los acontecimientos que vive Egipto», que han dejado 23 muertos y 1.800 heridos.

«El Gobierno asume su responsabilidad política, expresa su lamento por estos sucesos dolorosos y, partiendo de este sentimiento, presentó ayer su dimisión y lo puso a disposición del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas», señaló el Ejecutivo en un comunicado oficial. «Llamamos a los ciudadanos a controlarse y tranquilizarse para recuperar la estabilidad del país y para allanar el camino del primer paso democrático, que es la celebración de las elecciones legislativas».

Mientras, la Junta Militar hizo un llamamiento a todas las fuerzas políticas a «un diálogo urgente» para conocer los motivos de la crisis actual y salir de ella, aunque no hizo alusión a si acepta la dimisión del Gobierno. Los dirigentes castrenses pidieron también a los ciudadanos «mantener la calma y crear un ambiente de estabilidad con el fin de seguir con el proceso político que llevará al final a un régimen democrático que ponga a Egipto en la posición que le corresponde».

Confirman elecciones
Pese a la renuncia del Ejecutivo, las autoridades aseguraron que las elecciones legislativas se celebrarán el próximo día 28.

Como si nada hubiera cambiado en diez meses, la plaza Tahrir se convirtió de nuevo ayer, por tercer día consecutivo, en escenario de violentos enfrentamientos. Los jóvenes revolucionarios pedían desde el corazón de El Cairo y a través de las redes sociales medicamentos y refuerzos, al igual que lo hicieron en aquellos 18 días históricos en los que derrocaron a Mubarak, que dejó el poder el 11 de febrero. Desde entonces es el Ejército el que dirige el país y es acusado de haber simplemente sustituido al dictador y estar llevando a cabo un golpe de Estado silencioso y desatendiendo las demandas del pueblo.

La población está cada vez más indignada y frustrada, y ha vuelto a bajar a la calle. Para hoy se ha convocado una manifestación del «millón», como en los viejos tiempos, bajo el lema «estamos todos unidos», para destacar la unidad y fuerza de los revolucionarios, que amenazan con llevar a cabo una segunda revuelta. Todo ello se produce a una semana de las primeras elecciones democráticas de la era post Mubarak, en la que los manifestantes están siendo brutalmente reprimidos como en los viejos tiempos.

Las odiadas Fuerzas de Seguridad están siendo las encargadas de lidiar con los jóvenes de Tahrir, pero éstos denuncian que el Ejército está detrás de la represión y es el que da las órdenes. Mientras, los militares dicen que «protegerán a los manifestantes», al igual que prometieron en los días de la revolución, aunque los egipcios se están dando cuenta de que ahora el enemigo son los generales.

El fiscal general de Egipto, Abdel Meguid Mahmud, ordenó ayer la puesta en libertad con cargos de 67 manifestantes detenidos durante los disturbios del fin de semana en las inmediaciones de la plaza Tahrir de El Cairo. Los manifestantes están acusados de «resistencia a la autoridad, interrupción del tráfico e incitación a los disturbios», informó el diario estatal «Al Ahram».

En los enfrentamientos, iniciados el sábado, cuando las Fuerzas de Seguridad desalojaron a los manifestantes acampados en la plaza Tahrir, han sido los más sangrientos desde que se produjera el primer levantamiento popular a principios de este año. Algunas fuentes elevan el número de fallecidos a 33. También ayer saltó la polémica por la utilización de gases lacrimógenos por los agentes antidisturbios. De acuerdo con una información publicada en el portal Bikyamasr.com, los productos utilizados podrían causar graves daños en los pulmones y otros menos severos en los riñones y en el corazón.

Las escenas registradas estos días en Egipto recuerdan los peores momentos de la revolución y no suponen el mejor augurio para la jornada electoral que tendrá lugar en menos de una semana.

 

Expulsado el líder de los islamistas
El líder del partido Libertad y Justicia (la formación política de la organización islamista egipcia de los Hermanos Musulmanes), Mohamed el Beltagi, fue expulsado de la simbólica plaza Tahrir por los manifestantes que llevan allí concentrados desde el sábado. A El Beltagi, un antiguo parlamentario, le reprochan la falta de respaldo de su organización a las protestas en la céntrica plaza cairota.