Cuba
EE UU libera a uno de los cinco espías cubanos
La salida anticipada de René González se traduce como un acercamiento hacia La Habana
BUENOS AIRES- René González, acusado en 1998 junto a otros cuatro cubanos de ser agentes secretos castristas en suelo norteamericano, abandonó ayer la cárcel federal de Florida con destino desconocido para cumplir tres años de libertad supervisada.
La liberación del primero de los componentes del denominado Grupo de los Cinco acusados de espionaje en EE UU suscitó un intenso debate entre la comunidad cubana del país. Tampoco satisfizo a los Castro por no permitir su regreso inmediato a la isla y ofuscó a políticos estadounidenses partidarios de sanciones duras contra La Habana.
La jueza que negó el pedido de René González para volver a Cuba lo hizo con la mención «sin perjuicio», que «da la oportunidad de volver a solicitarlo». La dictadura cubana exigió la semana pasada a Estados Unidos el «inmediato regreso» de González, tras acusar al Gobierno de Barack Obama de revanchismo político. Para el régimen la vuelta de los Cinco es un asunto fundamental de sus relaciones con EE UU. Considerados como héroes en La Habana, sus imágenes y sus nombres aparecen en todo tipo de espacios públicos. Los carteles del quinteto pidiendo su libertad están también en casas particulares, coches privados y fachadas de las viviendas. Las familias de los espías son queridas y reverenciadas por el Gobierno castrista. González fue juzgado como parte de la Red Avispa, un grupo de más de 40 agentes de inteligencia cubanos y colaboradores que operaban en el sur del Estado de Florida.
Los Cinco llegaron a Estados Unidos en 1990 proclamándose anticastristas y no fue hasta 1998 cuando fueron detenidos por el FBI. Durante esos ocho años estuvieron enviando información sensible a La Habana.
El caso provocó gran controversia entre los dos países por la vinculación de la Red Avispa con el derribo de dos avionetas de la organización Hermanos al Rescate en 1996 en aguas internacionales del Estrecho de la Florida, donde murieron cuatro miembros del grupo de exiliados anticastristas.
El caso de los Cinco generó una guerra de información entre los servicios de inteligencia de Cuba y de EE UU a propósito de las misiones de los Hermanos al Rescate, una organización humanitaria que socorre a los balseros que navegan hacia las costas de Florida, pero que también ha realizado 25 vuelos sobre territorio cubano soltando en algunos casos octavillas con la Declaración Universal de los Derechos Humanos y convocatorias a la sublevación.
El 24 de febrero de 1996, después de que La Habana hubiera advertido que no iba a consentir más violaciones de su espacio aéreo, las avionetas de los Hermanos despegaron hacia la isla. Desde La Habana se dice que los controladores militares cubanos les avisaron de que se acercaban a una zona restringida, pero los aparatos continuaron hacia el sur y la aviación cubana les abatió. En EE UU se asegura que la Agencia Federal de Aviación (FAA) comunicó a su contraparte cubana el vuelo de Hermanos al Rescate. Según la acusación, el derribo se produjo en aguas internacionales, y fue salvaje e innecesario porque pudieron haber obligado a sus ocupantes a tomar tierra.
En una conversación telefónica con LA RAZÓN, José Basulto, responsable de los Hermanos al Rescate llamó «traidor» a González y añadió que debería renunciar a su ciudadanía estadounidense y volver a Cuba.
«Si algo le llegara a pasar, sé que nos culparán de inmediato», afirmó Basulto. «Déjenlo irse a Cuba, y si algo le pasa, que sea allá», sentenció.
Canje para liberar a Alan Gross
El caso del cubano René González «no tiene comparación» posible con el del contratista estadounidense Alan Gross, encarcelado en Cuba por el mismo delito. Así lo aseguró ayer un portavoz de la oficina del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado. «René Gonzalez fue juzgado y condenado en una corte federal estadounidense. No es un preso político, y por tanto su caso no tiene comparación con el de Alan Gross», aseguró a Efe. Algunos medios de comunicación estadounidenses aseguraron que Washington se está planteando liberar a los otros cuatro espías cubanos si el Gobierno de La Habana excarcela a Gross, condenado el pasado marzo a 15 años de prisión por participar en «planes subversivos» contra Cuba.
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