Peregrinos a Santiago en defensa de los animales

Los peregrinos, acompañados por sus respectivas mascotas, entre las que se encuentran un caballo, un burro, un pony y varios perros salieron de Sevilla hace nueve días y llegaron ayer a Mérida, donde según Jhoana Mayrhofer, una de las organizadoras del evento, «fueron muy bien recibidos».

Los caminantes llevan 200 kilómetros recorridos y aún les faltan 800 para finalizar el trayecto. Sin embargo, la intensidad del día a día ha hecho que se forje una gran complicidad y fuertes amistades entre todos los miembros del grupo, «el ambiente que se respira es mágnifico, todos somos una familia que se apoya mutuamente» dice Jhoana, y a pesar de que ya hay alguna que otra persona a quien le ha salido más de una ampolla en el pie, «siguen adelante motivados con poder llegar hasta el final del trayecto», afirma Mayrhofer, quien también destaca la fuerte unión que se ha creado entre los animales «es increíble ver como disfrutan y lo bien que se lo están pasando. El contacto con la naturaleza les encanta y siempre que podemos les dejamos sueltos para que corran y difruten del campo. Los perros se han hecho grandes amigos y sorprendentemente el caballo y el burro mantienen una relación magnífica», explica Mayrhofer.

Uno de los mejores momentos llegó al pasar por Zafra, «fuimos recibidos con una gran comilona y tuvimos un trato excelente por parte de todos sus habitantes».

A pesar de todos los kilómetros que tienen que recorrer a diario siempre quedan fuerzas para protestar contra el maltrato animal, «ayer hicimos una concentración en Mérida por la desaparición de una colonia de gatos por parte de una empresa de la zona», dice la voluntaria.
A los caminantes les quedan cuatro semanas en las que seguirán disfrutando de una experiencia única junto a sus mascotas.