Lorenzo inalcanzable

El próximo campeón del mundo de MotoGP será español y se llama Jorge Lorenzo. Después de su séptima victoria en diez carreras (en las tres que no ganó fue segundo) resulta imposible imaginar otro desenlace para el Mundial que no sea el de la coronación del piloto mallorquín. En Brno la historia fue, más o menos, la de siempre, y eso que la caída del sábado en la sesión oficial le dejó «algunas dudas».

«No tenía mucha confianza en la rueda trasera al principio, pero he conseguido ponerme primero muy pronto y he visto que me podía escapar. Ya estamos más cerca del sueño», explicaba el dominador absoluto de la categoría reina.

Por enésima vez pilotó sobre «raíles» durante las 22 vueltas. Su Yamaha entra en las curvas sin temblar ni un milímetro, mientras las motos de sus rivales parecen poseídas por un ataque de nervios en las frenadas bruscas. Su pilotaje se adapta perfectamente a la mejor montura del momento y el resultado es inevitable: el triunfo. Lorenzo juega en estos momentos en otra liga, en una división superior a la que no tiene acceso ni el mítico Rossi. Valentino sufrió ayer muchísimo en un circuito talismán para él. Partía desde el quinto lugar y en ése mismo terminó después de comprobar que su ritmo estaba más cerca de los del pelotón que de los galácticos.

Casey Stoner y Ben Spies también comprobaron rápidamente que ahora no están ni para seguirle la rueda al próximo rey de MotoGP. Este lujo sólo está al alcance, a ratos, de Pedrosa. Dani parecía tener un ritmo de carrera para opositar a la victoria, aunque la cruda realidad apareció al paso por la mitad de la prueba. El barcelonés trató de ponerse al mando desde la «pole», un deseo imposible cuando Lorenzo «tiene todo en su sitio».

En la tercera curva, el balear tomó el mando para no dejarlo nunca, al más puro estilo Pedrosa. Se colocó al mando y esperó a que los enemigos fueran quedándose atrás. El segundo clasificado de la general mundialista aguantó todo lo que pudo a menos de un segundo de desventaja, hasta que empezó a ver cómo el cronómetro empezaba a trabajar para su rival: «Empezamos bien, hasta que la moto comenzó a derrapar en las curvas, algo que me impedía salir rápido de ellas. Obviamente, éste no es el mejor resultado para nosotros, pero este podio es positivo y una buena base para seguir trabajando».

Salto hacia el título. Esto fue lo que hizo Toni Elías en el Gran premio de la República Checa, dar un paso muy grande hacia el campeonato de Moto2 y, de paso, hacia su regreso a la categoría reina. Ganó por delante de Iannone, que fue de segundo, mientras que el otro candidato, Luthi, sólo fue capaz de sumar cinco puntos.

Terol vuelve a lo grande. En 125cc, las cosas en lugar de aclararse se embarullaron más. El líder Márquez bastante hizo con acabar séptimo con un hombro lesionado, algo que aprovecharon Terol, que regresó a lo grande tras dos carreras ausente, y Pol Espargaró para reducir diferencias en la lucha por el campeonato. De lo que no hay duda es de que el ganador será español.