Alicante
Salvado de avena: el «milagroso ingrediente» de la Dieta Dukan interfiere en la absorción de vitaminas
Su ingesta resulta beneficiosa frente al estreñimiento, reduce el colesterol y sacia, pero obstaculiza la asimilación de vitaminas A, E, C, B1 y B2. Los expertos insisten en que si se sigue una dieta equilibrada no hay por qué tomarlo
De alimento destinado para los caballos a ingrediente, supuestamente, «milagroso» para luchar contra el sobrepeso. Así se presenta el salvado de avena, cuyo consumo se ha disparado de forma desorbitada desde que la Dieta Dukan lo incluyera como la base de su modelo alimentario. El hecho de alabar las propiedades este ingrediente se debe a que, por su elevado contenido en fibra, se supone que contrarresta la escasez de frutas y verduras que caracterizan a la dieta del nutricionista francés. Sin embargo, un estudio realizado por dos revistas digitales, «Santé Medicine» y «Journal de Feme», entre 5.000 personas que habían seguido la dieta revela que el 80 por ciento recuperó el peso inicial al cabo de los cuatro años.
Según la doctora María José Frutos Fernández del departamento de Tecnología Agroalimentaria de la Universidad Miguel Hernández de Alicante, «las capas externas del grano del salvado de avena aportan una fuente importante de fibra insoluble en la dieta y tiene la capacidad de facilitar la función del colón, concentrándose en esta parte del grano muchos componentes como lignina, ceras, fitatos, sales minerales y compuestos fenólicos. Sin embargo, su consumo no puede ser exclusivo como único aporte de fibra en la dieta».
Poderoso saciante
El estilo de vida actual y la falta de una dieta equilibrada ha propiciado el aumento de casos de estreñimiento, fundamentalmente entre las mujeres. En este sentido, son muchas las personas que han apostado por el salvado de avena para solucionarlo. Para el doctor Gonzalo Guerra Flecha, especialista en Aparato Digestivo de la Clínica Médico-Quirúrgica de Enfermedades Digestivas (CMED), «el consumo de salvado de avena u otros cereales en las personas que tienen estreñimiento provoca un aumento del bolo fecal por la absorción de agua. Por ello, las personas que lo consumen deben beber entre uno y dos litros de agua diarios para potenciar su efecto». Según sostienen los comerciantes de este producto, una cucharada de salvado de avena absorbe 25 veces su volumen, generando una sensación de plenitud y un efecto rápido de saciedad, por lo que su ingesta puede servir de ayuda en dietas de adelgazamiento. «Por su elevada cantidad de fibra soluble capta una considerable cantidad de agua provocando distensión y saciedad en el estómago», matiza Frutos.
Los expertos coinciden en que la presencia de fibra en la dieta, unido a unos buenos hábitos alimentarios, contribuye a regular los niveles de colesterol y triglicéridos. A este respecto, la doctora y especialista en Nutrición, María Teresa Barahona, afirma que «la riqueza en fibras solubles disminuyen la absorción de colesterol y glucosa en el intestino. Además, posee ácido linoleíco omega-6 que contribuye a reducir los niveles plasmáticos de triglicéridos, las cifras de tensión arterial y la agregación plaquetaria». Esta misma opinión la comparte la nutricionista Estafanía Valero Cases, quien añade que «aporta una suficiente cantidad de glucanos, capaces de modificar los lípidos sanguíneos y atenuar la respuesta de la glucosa y la insulina en sangre».
¿Exento de riesgo?
Sin embargo, el efecto del salvado de avena a la hora de prevenir el cáncer de colon divide a los expertos. Para Guerra, «en la generación de las personas que ahora tienen entre 60 y 80 años el cáncer de colon ha aumentado un 300 por ciento en los últimos 25 años y esta generación no ha hecho otra cosa que comer pan de fibra, por lo que no veo una relación directa entre la ingesta de este cereal y la reducción de la enfermedad». Pese a todo, la ingesta de este cereal no está exenta de riesgos. Según Frutos, «el consumo de fibra como el salvado de avena puede interferir en la absorción de otros nutrientes, vitaminas o minerales. Se han realizado estudios científicos que han demostrado que la fibra dietética puede reducir la disponibilidad de vitaminas como la A, E, C, B1 y B2». Y añade que «las dietas ricas en fibra lo son también en fitatos y pueden reducir la absorción de algunos minerales como el hierro y el zinc, aunque si incrementamos en la dieta el consumo de otros compuestos presentes en frutas y verduras como la vitamina C, el aumento de fibra en la dieta no tiene efectos adversos». La ingesta de este producto se debe limitar, según Valero, «en personas con enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa o síndrome de colon irritable».
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