Barcelona
Rajoy confía en que el PP seguirá al alza el 22-M y gobernará Barcelona
Los dirigentes del PP subrayan que el cambio en Barcelona sólo es posible con su presencia en el gobierno municipal.
El PP logró recuperar en las pasadas elecciones autonómicas de Cataluña su condición de tercera fuerza política en el Parlament y redujo muy notablemente la distancia que le separa del PSC. Fueron excelentes noticias para Mariano Rajoy, muy consciente de que en el camino para llegar a La Moncloa es imprescindible tener respaldo en Cataluña, ya que los catalanes escogen uno de cada siete diputados en el Congreso.
Pero el presidente del PP cree que su partido todavía tiene margen de mejora en Cataluña y quiere probarlo en las próximas elecciones municipales. «El 28 de noviembre (fecha de las últimas autonómicas) supuso un antes y un después para el PP catalán. Y el 22 de mayo tiene que suponer un antes y un después para que el PP empiece a gobernar instituciones importantes en Cataluña», dijo Rajoy.
El político gallego se refirió así a la posibilidad de que el líder municipal del PP en Barcelona, Alberto Fernández, pase a formar parte del equipo de gobierno en el Ayuntamiento de la capital catalana. Fernández fue proclamado ayer formalmente como candidato del PP en un acto en el Petit Palau de la Música y Rajoy quiso arroparlo junto a la plana mayor del partido en Cataluña. Estuvieron, entre otros, la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho; el secretario general, Jordi Cornet; y el vicepresidente tercero del Congreso, Jorge Fernández.
Rajoy no ahorró ni elogios ni chascarrillos para definir a Alberto Fernández. «Es nuestro candidato insustituible a la Alcaldía de Barcelona. Alberto vive, siente, quiere y conoce Barcelona. Es el barcelonés que más kilómetros ha hecho, si acaso con la excepción de los taxistas», dijo.
El cambio
Pero si en algo insistió el presidente del PP fue en que «Barcelona necesita un cambio y eso lo saben hasta los que gobiernan en ella, por eso están haciendo lo que están haciendo». Fue una indisimulada e irónica alusión al proceso de primarias que ha abierto el PSC de Barcelona para escoger a su cabeza de cartel entre Jordi Hereu y Montserrat Tura.
Sea quien sea el ganador de este proceso interno, Alberto Fernández va a defender las mismas ideas: apoyo a los emprendedores para crear ocupación, inmigración ordenada –«les exijo lo mismo que a nosotros mismos»–, lucha contra la delincuencia, y atención a los más vulnerables.
Fernández se mide en estas elecciones no sólo contra el PSC, sino contra CiU, que ahora gobierna la Generalitat. Prometió en este sentido no bailarle el agua a la administración autonómica tal y como haría Xavier Trias. «Plantaremos cara. La Generalitat de CiU quiere hacer pagar a Barcelona la factura de la crisis, recortando inversiones en infraestructuras como la L-9 del Metro, o en seguridad, con menos mossos, o sin financiar suficiente los servicios básicos para atender con dignididad y suficiencia a los que lo necesitan», afirmó. Y advirtió de que el cambio no es pasar de los gobiernos socialistas a los gobiernos sociovergentes.
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