Ferrari: en un túnel sin salida

El español no necesita el mejor coche para ganar y lo demostró el pasado año cuando estuvo a punto de conquistar el título. La pasada semana dio una supervuelta en la clasificación del GP de España y de nuevo se vio que está muy por encima del rendimiento del F150, que en manos de Massa roza el ridículo. Esto ha provocado que en las altas esferas de la Scuderia hayan reaccionado. La generación de italianos que fueron testigos de lujo de la época dorada de la marca de 2000 a 2004 tomaron el poder en 2006 y el resultado ha sido catastrófico. Poco a poco han ido desapareciendo de los puestos claves.

Aldo Costa, director técnico, aprendió de la mano de Rory Byrne, un ingeniero que en aquella época representaba lo que hoy significa Adrian Newey. Desde que llegó Alonso, el coche no ha funcionado bien en ningún caso. Y sólo la maestría del español ha maquillado la situación. Y este año, si Alonso es incapaz de hacer nada quiere decir que el F150 es un chasis sin solución a corto plazo, algo que ha provocado que se planteen la posibilidad de mirar ya con todas sus fuerzas a 2012. Siempre se ha dicho que un coche que no funciona en Cataluña (por su variedad técnica) no lo hace en el resto de trazados del calendario.

Y en Montmeló, el Ferrari hizo todo un despliegue de carencias. Ahora, Pat Fry ha tomado el mando y los anglosajones vuelven al poder en Maranello. ¿Es la renovación del departamento técnico una exigencia en la renovación de Alonso? Seguro que no fue una petición expresa, pero con sus actuaciones lo dice todo. Y si Ferrari no es competitiva, Alonso podría marcharse a pesar de tener contrato hasta 2016.