Barcelona

Mas advierte a los indignados que no admitirá «escupitajos» contra la democracia

Los indignados se colaron ayer en el consejo nacional de Convergència Democràtica. No lo hicieron de forma física, sino a través de las palabras del presidente de la Generalitat, Artur Mas. Les advirtió: si el movimiento del 15-M sólo se comunica a través de «patadas, insultos, escupitajos y atentados contra la democracia, no los escucharemos, sino que los combatiremos con todas nuestras fuerzas».

Mas dijo que «combatirá con todas sus fuerzas» a los violentos
Mas dijo que «combatirá con todas sus fuerzas» a los violentoslarazon

 Y añadió, «mucha gente tiene problemas, pero la mayoría se comporta con civismo y respeto por el bien común». Tras el asedio al Parlament, el pasado miércoles, la pelota está en el tejado de éstos. Hoy se saldrá de dudas. El movimiento 15-M ha organizado una nueva manifestación a las 17.00 horas. Bajo el lema, «la calle es nuestra no pagaremos las crisis de todos», el objetivo de los indignados es que simpatizantes llegados del resto de Cataluña caminen juntos hasta llegar, pasando por Vía Laietana y Pla de Palau, hasta el parque de la Ciutadella. La convocatoria se ha extendido a todo el mundo, para que todos los ciudadanos que quieran salgan a la calle al unísono de forma «masiva, lúdica, festiva y reivindicativa». 

En la Ciudad Condal, la organización tratará de evitar que, como señaló ayer el líder de Unió Josep Antoni Duran Lleida, durante el congreso nacional del partido, los antisistema vuelvan a apoderarse de Barcelona. Aunque, cualquier ataque a la democracia, no puede ser tachado de otra manera que no sea de «intolerable», sentenció Duran Lleida. Los indignados explicaron que «organizadores, de forma discreta, estarán pendientes de que si hay alborotadores no utilicen la violencia», explicaron los indignados a Ep.

De conseguirlo habrán dado un paso importante, porque «si de todos estos movimientos muy minoritarios en su expresión externa, quizás no tan minoritarios en su sentimiento general, salen valores sólidos, aunque sean diferentes a los nuestros, que valga la pena escuchar y asumir, los asumiremos», dijo Mas instando al civismo y a la concreción de las demandas de los indignados. Duran Lleida también consideró que «no se pueden ignorar, y menos desde la política, que las causas del malestar social existen». Eso sí, hay que tener en cuenta que, como apuntó el presidente Mas, «pocos días después de aquel movimiento del 15 de mayo, hubo otro movimiento al que a veces no se le da importancia pese a ser mucho mayor: el movimiento del 22 de mayo, donde resulta que más de tres millones de personas fueron a votar».

Contra los violentos
En cualquier caso, hoy es un día clave para el movimiento del 15-M. El cómo se desarrollen los acontecimientos esta tarde por el centro de Barcelona determinará la envergadura de la indignación popular o su división y actitud violenta hacia la democracia. Los propios indignados solicitaron, tras la agresividad desatada ante el Parlament, que los que buscan enfrentamientos no asistan a la convocatoria. Y, sin embargo, no consideraron necesario entrar en contacto con la conselleria de Interior y los Mossos d'Esquadra dado que la propia Generalitat ha dado luz verde a la manifestación.

CiU culpa al PSC del papel del PP en la política catalana
Aumenta la tensión entre CiU Y PSC después de que el Parlament dieran luz verde al primer trámite de los presupuestos con la abstención del PP. El líder socialista, José Montilla, atacó a los convergentes por «no facilitar que el PSC facilite su aprobación». Por su parte, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, «dolido», declaró que «cuando una persona ha sido presidente tiene que servir cuando ostenta el cargo y también cuando no lo ostenta», apelando así a la responsabilidad de Montilla ante el déficit catalán. Asimismo, el líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, culpó al PSC de haber entregado al PP un «papel preponderante» en la política con su «actitud irresponsable al no abstenerse en los presupuestos».