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Los retos de la política exterior por Gustavo de ARÍSTEGUI

La Razón
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España tiene muchos retos en política en general y en política exterior de manera singular, el primero es con la promoción, que no imposición, de la democracia, la libertad, los derechos fundamentales, el Estado de Derecho y el imperio de la ley. Éstas son las bases de una verdadera democracia y el primer pilar fundamental de la política exterior de una democracia avanzada. La lucha contra el terrorismo, el crimen organizado, los tráficos ilícitos, la proliferación de armas de destrucción masiva y el avance de cualquier tipo de totalitarismo, por disfrazado que esté. El Gobierno de España, tenga el color que tenga, tiene que tener muy claras la prioridades. Los intereses geopolíticos de España son muy claros: América Latina, Europa, el Magreb, Oriente Medio, y cada vez más, el África subsahariana, Asia y Pacífico. Además hay una serie de intereses geoestratégicos, la democracia, la libertad, la lucha contra el terror y el crimen organizado y la pobreza. Cabe en consecuencia preguntarse: ¿acaso el gobierno sabe que la Política Exterior debe ser de Estado, equilibrada, responsable, serena, productiva, democrática y comprometida con los principios y valores esenciales de la democracia? Se me antoja que buena parte de estos retos éste gobierno los desconoce. La Política Exterior ha sido un banderín de enganche para las políticas más a la izquierda que la socialdemocracia, y que la laxitud, permisividad, amistad y coincidencia con Cuba, Venezuela, Bolivia y cualquier otro actor afín a la deriva totalitaria, es una forma de tratar de afianzar muchos cientos de miles de votos de la izquierda más dura de España para tratar de afianzar sus posiciones electorales. Pero España es una potencia media, como se afana en señalar el PSOE, pero con intereses globales de los que se olvida el gobierno socialista. Es, lamentablemente, la historia del más duro y evidente de los oportunismos electorales. Todo esto depende del presidente del Gobierno que no permitirá a la nueva ministra diseñar su propia política, y menos a 17 meses de la generales. Quisiera equivocarme, pero me temo que, lamentablemente, acierto.


Gustavo de ARÍSTEGUI. Portavoz de Exteriores del PP