Barcelona

Un siglo de la «Resi» el templo de la edad de plata de la cultura

La institución comienza un programa de actividades sobre arte, música, cienca y exposiciones para conmemorar su primer centenario

Estudiantes practicando el salto de altura
Estudiantes practicando el salto de alturalarazon

Considerado como una especie de Oxford madrileño, la Residencia de Estudiantes fue desde su nacimiento el gran proyecto de Alberto Jiménez Fraud, un centro heredero directo de las renovadoras ideas promovidas por Giner de los Ríos en la Institución Libre de Enseñanza. En el Madrid de los cafés y los sueños noctámbulos, Jiménez Fraud logró crear un espacio que se convirtió en punto de encuentro de artistas e intelectuales y que este año cumple un siglo. Lo mejor de los primeros 30 años del siglo XX pasó por ese rincón que Juan Ramón Jiménez definió como la Colina de los Chopos, en la calle Pinar. La «Resi» fue hogar de un grupo de jóvenes, todos ellos de clases acomodadas, que llegaron a la Villa y Corte para estudiar carreras que o dejaron sin acabar o no tuvieron nada que ver con sus triunfos artísticos. Aspirantes a abogados e ingenieros lo dejaron todo para convertirse en escritores o cineastas, como sucedió con Buñuel, Lorca, Prados, Hinojosa y Bello. Otros sí llegaron a la capital con la idea fija de triunfar en la vida, como Dalí. Lo que sí tuvieron en común todos ellos fue el saberse testigos de una época irrepetible, ser testigos privilegiados de un escenario al que podía llegar Einstein para presentar la teoría de la relatividad o Howard Carter para anunciar sus hallazgos en la tumba de Tutankamon. También se podía escuchar a Ravel o Falla, aparte de tener la oportunidad de conocer a Chesterton, Valery, Wells, Curie, Ortega y Gasset o Moreno Villa. Se estrenaron obras como «La romería de los cornudos» de Lorca, de Pittaluga y Rivas Cherif, y se proyectaron películas de vanguardia. También hubo provocaciones, como cuando Louis Aragon le preguntó a Jiménez Fraud si conocía algún urinario interesante en Madrid. Buñuel, por su parte, introdujo el jazz y el boxeo en la casa. El aragonés, con Lorca, Dalí y Bello, creó los «putrefactos» y el juego de moda de la época: los «anaglifos».

Las voces de una épocaSi el programa de conferenciantes era impresionante, no fueron menos sus publicaciones, al editar por ejemplo las «Poesías completas» de Machado y textos de Eugenio d'Ors. Mención aparte merece la ambiciosa propuesta de Tomás Navarro Tomás titulada «Archivo de la palabra» y que sirvió para registrar las voces de Baroja, Ramón y Cajal, Azorín, Juan Ramón o la Xirgu. La Guerra Civil acabó con ese oasis cultural convertido entre 1936 y 1939 en hospital de urgencia. El franquismo no permitió que volviera a reabrirse. Jiménez Fraud, en su exilio inglés de Ox-ford, intentó conservar el espíritu, como comprobaron los que lo visitaron en esa ciudad (Cernuda, Prieto o Gil de Biedma). Alicia Gómez-Navarro, directora de este foco imprescindible de la vida cultural española, ha expuesto el propósito que guiará este centenario: «Queremos que la gente conozca mejor qué es la Residencia de Estudiantes, lo que hace, el sentido que tiene y la tradición intelectual que ha heredado». Para alcanzar esa meta se ha unido a otras instituciones, como el Museo del Prado, el Centro Reina Sofía y el CaixaFórum, el Círculo de Bellas Artes, Casa de América, el Centro Dramático Nacional y el Teatro de la Abadía. Algunas muestras tendrán carácter itinerante y se verán por diferentes ciudades, y Barcelona acogerá una exposición sobre la Residencia. Los eventos se celebrarán a lo largo de 2010 y 2011 y contará con conciertos, conferencias, como el «Ciclo sobre Europa», y publicaciones como el facsímil de la revista «Residencia», entre otras.

Exploradores y arqueólogosJosé García Velasco, comisario del centenario de la Residencia de Estudiantes, ha detallado el objetivo de la programación: «Seguir con esta tradición de modernización, tolerancia y diálogo que siempre ha existido aquí entre las letras y el arte; la interacción entre arte y ciencia; este diálogo de modernización es el eje de todo». Pero el plato fuerte de esta conmemoración serán las exposiciones. Entre ellas destaca la que estará dedicada a grandes exploradores y a arqueólogos de la talla de Howard Carter, descubridor de la tumba de Tutankamon. Los organizadores esperan que el Museo de El Cairo les preste para esta iniciativa piezas relacionadas con el descubrimiento, a las que se sumarán objetos relevantes procedentes de otros yacimientos, como la ciudad de Ur o Altamira.

Le Corbusier, también cumpleUna fecha: 1928. Una exposición: «Una casa-Un palacio». Con esta propuesta, la Residencia de Estudiantes se sumerge en los actos de su centenario. La muestra podrá verse en el Pabellón Atlántico de la institución desde el 21 de mayo hasta el 25 de julio. En aquel año de 1928, la Residencia de Estudiantes invitó a Le Corbusier, que, en el marco de este edificio, pronunció sus dos primeras conferencias en España. A través de planos, imágenes y fotografías de construcciones paradigmáticas de la vivienda del siglo XX, el recorrido recuerda el encuentro con este arquitecto y examina los dos temas que vertebran la exhibición: la arquitectura de la casa y la del palacio.