Cataluña

El mal tiempo no agua la ocupación hotelera en la provincia de Barcelona

El turismo consolida su tendencia a la recuperación pese a la climatología de julio 

El mal tiempo no agua la ocupación hotelera en la provincia de Barcelona
El mal tiempo no agua la ocupación hotelera en la provincia de Barcelonalarazon

BARCELONA-Pese a la crisis económica, hay sectores que paulatinamente están recobrando sus constantes vitales habituales: las exportaciones y el turismo. Uno de los indicadores clave para medir la salud de este último sector, la ocupación hotelera, revela que la provincia de Barcelona también ha encauzado la senda de la recuperación. Pese a las inclemencias climatológicas del pasado mes de julio, la ocupación hotelera en la provincia se situó en un 76 por ciento, según explicó ayer el vicepresidente de la Diputación de Barcelona, Alberto Fernández.
Fernández aseguró que, pese a los vaivenes climáticos del mes de julio ha sido algo peor que en 2010, el computo global del verano superará los resultados del año pasado. De este modo, los máximos registrados han tenido lugar en las comarcas de la costa en la segunda quincena de julio, con un 86 por ciento de ocupación en el Maresme, donde las plazas hoteleras han crecido un 7,5 por ciento en el último año, y un 84 por ciento en el Baix Llobregat.
Las lluvias
Según Fernández, a pesar de que las cifras constatan que la recuperación hotelera continúa, los hoteles han realizado menos reservas de las esperadas a causa de los días de lluvias y de unas temperaturas bajas, además de poco habituales para el mes de julio.
La ocupación media de los establecimientos de turismo rural en la provincia de Barcelona se ha situado en un 46,75 por ciento, una cifra similar a la lograda el año pasado.
La climatología adversa, no obstante, frustró las expectativas del turismo rural en julio con un descenso del 0,44 por ciento en la ocupación, después de un crecimiento del 2,8 por ciento registrado en junio y la primera quincena de julio.
La media también se ha visto perjudicada por los resultados negativos registrados en las comarcas de Osona (-1,57 por ciento) y Berguedà (-15,1 por ciento) la segunda mitad de julio, que juntas representan el 55 por ciento del total de plazas de turismo rural en la provincia.
El mal tiempo también marcó la ocupación de los cámpings, especialmente sensibles al clima, y la tendencia general en julio fue irregular, con resultados positivos en las marcas turísticas Costa de Barcelona Mar, Modernismo y Penedès –antigua costa Garraf– y Costa de Barcelona-Maresme, mientras que la marca Catalunya Central ha registrado resultados negativos. En el apartado de apartamentos turísticos, la marca Costa de Barcelona–Maresme aumentó la ocupación un 16 por ciento, hasta el 76,6 por ciento, respecto a 2010.