El análisis Una situación inédita

¿Cuál es el estado de la universidad?
– Se encuentra en una situación compleja porque tiene que gestionar una situación de crisis. La financiación privada en investigación y los contratos que hacen las empresas con la universidad están sufriendo una inflexión y ahora, en algunas comunidades más que en otras, los campus tienen que gestionarse con una disminución de presupuestos. Es una situación inédita. Hay disminución de las transferencias corrientes a las universidades y hay un aplazamiento generalizado de los planes de inversión y esto introduce una presión a los equipos de gobierno. A esta situación hay que añadir otros retos como Bolonia, la internacionalización y los programas de excelencia.

¿Qué tendría que mejorar la universidad ahora?
–Los graduados tienen carencias en habilidades como la capacidad de resolver problemas, más que en conocimiento de la materia. La adaptación a Bolonia trata de que esas carencias se reduzcan.Tampoco es fácil cambiar la mentalidad del profesorado y las condiciones en las que se aborda todo esto no son las mejores. No hay más recursos, no hay un sistema de incentivos y los que hay son perversos. En el caso de un profesor que quiera ser catedrático se valora más su capacidad investigadora (como la publicación de artículos en revistas científicas) que la manera de impartir la docencia.

¿Tiene sentido estudiar una carrera universitaria con la tasa de paro que hay para los graduados?
– La tasa de universitarios en paro está en el 10%, cinco puntos por encima de la tasa de 2007, pero es mucho menor que la que registra la economía española. Es más difícil la inserción laboral para aquel que no tiene estudios universitarios.