Murcia

El último mohicano

La Razón
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El 2 de marzo de 2004 el entonces candidato a la Presidencia del Gobierno por el PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, llegaba a Murcia para abrir la campaña electoral que le instalaría en el Palacio de la Moncloa, merecidamente al ser votado por más de diez millones de españoles e inmerecidamente porque llegaba a la presidencia del país después de una de las campañas más sucias de nuestra democracia y la inestimable ayuda de los terroristas árabes y quién sabe si alguien más, conocidos entonces como los autores intelectuales. Las elecciones de aquel 11 de marzo no debieron celebrarse, pese a quienes defendían la opción contraria y con no menos razón cuando se argumentaba que el Estado de Derecho no podía claudicar a los caprichos de los terroristas. ¿Les recuerda aquella situación a algo reciente? Pues bien, llegó Zapatero a Murcia y ni una sola mención al trasvase que no fuera culpar a Aznar y Valcárcel de que el agua no llegara. En ese mitin el hoy candidato al Senado Ramón Ortiz distribuyó un periódico del PSOE ante Zapatero donde con grandes alardes tipográficos reclamaba el «Trasvase ya». Tres días después, el 14 de marzo, Zapatero ganaba las elecciones y tanto el trasvase como Ortiz se cayeron, por mucho que ahora le hayan recuperado por ser la cabeza más trasvasista del PSOE murciano. Llega de nuevo otro mitin con Rubalcaba a la cabeza y pasa también de puntillas sobre el agua, como ya hiciera entonces su jefe de filas. Si gana no habrá trasvase, nunca lo habrá y ya veremos si Ramón Ortiz, el último mohicano del PSOE, sigue donde está. Todos sabemos y mil veces se ha dicho que los pueblos y los partidos que no aprenden de su historia están condenados a repetirla. Mucho tendrían que cambiar las cosas en el PSRM para que salieran del túnel en el que se encuentran.