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Los pagos con tarjeta darían al Estado 24000 millones más
MADRID– La economía sumergida en España representa alrededor del 20% del PIB, un poco más de 200.000 millones de euros. Es un dato que se sitúa en la media europea, lejos de Grecia (25,2%), el líder indiscutible de este tipo de actividades, y Suiza (8,3%), el país menos tolerante con estas prácticas. La idea del Gobierno de Mariano Rajoy de combatir el fraude fiscal y limitar el pago en efectivo a partir de determinadas cantidades va en la buena dirección, aunque los expertos creen que la mejor forma de reducir la economía opaca al fisco es incrementar el uso de los pagos electrónicos. Para ello, el Gobierno tendrá que coordinar sus esfuerzos con las entidades financieras y los sistemas de pago para que se multiplique el uso de las tarjetas en los pequeños comercios.
Según un informe de AT Kearney encargado por Visa Europe, un aumento de un 5% en los pagos electrónicos en España reduciría en un 11,5% el montante de la economía sumergida, lo que equivale a hablar de alrededor de 24.000 millones de euros. Si el incremento fuera del 15%, «aparecerían» fiscalmente entre 6 y 9 puntos porcentuales de PIB. Hay que recordar que cada punto de PIB equivale a 10.000 millones de euros, de acuerdo con los datos de los últimos Presupuestos Generales del Estado.
Pequeños pagos
Según el informe de Visa Europe, una serie de sectores concentran una parte de la economía sumergida. Se trata de las ventas de repuestos de automóviles, bares y restaurantes, taxis y transporte comercial y alojamientos de bajo coste.
España sigue siendo un país reacio al uso de la tarjeta de crédito/débito. Esta tendencia se fomenta también desde los pequeños comercios y negocios de hostelería que no aceptan pagos con tarjeta si los importes no superan una determinada cantidad, fijada entre los 6 y los 10 euros, según el sector. Así, no es extrañar que los pagos con dinero de plástico representen en España un 16% del total del gasto familiar, que en 2010, último datos disponibles, superó los 511.000 millones de euros, algo más de la mitad del Producto Interior Bruto. No hay que olvidar que España sigue siendo el país de Europa con mayor circulación de billetes de 500 euros.
El número medio de operaciones electrónicas que realiza un ciudadano español cada año es de 120, según los datos que maneja Visa Europe, cuando la media de la Unión Europea es de 150 transacciones anuales, un 25% superior.
Un hogar español gasta como media 29.782 euros anuales, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística. De esta cantidad, 10.387 euros guardan relación directa con la vivienda. Pero 3.680 euros tienen que ver con el transporte y otros 2.716 con gastos suntuarios en hoteles, bares y restaurantes.
Otro de los obstáculos para el desarrollo de los pagos electrónicos es su poca introducción en las Administraciones Públicas. La legislación actual es bastante limitativa en este aspecto, que también podría contribuir a moderar el incremento de la economía sumergida que puede darse en los próximos años.
Cauteloso apoyo de la UE al plan del gobierno
La Comisión Europea respaldó ayer la medida anunciada por el Gobierno español de reforzar la lucha contra el fraude fiscal, aunque se mostró cauteloso en cuanto a sus resultados económicos en lo referente a la recaudación prevista –8.171 millones de euros en el ejercicio– toda vez que no es posible garantizar que se logren los resultados previstos. El portavoz comunitario Olivier Bailly señaló ayer en Bruselas: «Dimos la bienvenida a las medidas anunciadas por el Ejecutivo español el pasado 30 de diciembre y también a la presentada el jueves; ahora tenemos que estudiarlas con más detalle». Bailly respaldó la lucha que los Veintisiete están haciendo contra el fraude, «pero somos muy prudentes cuando se trata de establecer cifras de recaudación muy concretas, porque se trata de cifras no garantizadas».
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