Los poderes del PNV

Las transferencias del Estado a una comunidad autónoma las negociaba el Gobierno de la autonomía en cuestión. Por lo menos ha sido así hasta ahora en que la desesperación de Zapatero por asegurarse la aprobación de los Presupuestos Generales –Egibar dixit–, y no verse obligado a adelantar las elecciones, ha cambiado las reglas.
Poco le ha importado al inquilino de La Moncloa desairar al actual lendakari socialista y negociar con la oposición del PNV la transferencia de nada más y nada menos que las políticas de empleo, tal y como vienen exigiendo los nacionalistas desde hace más de 20 años; y en contra de la opinión de Patxi López. Una fórmula que ningún Gobierno antes ha querido aplicar porque rompía la Caja Única de la Seguridad Social.
Para deshacerse de esta acusación, Zapatero ha inventado la cuadratura del círculo, por la que el dinero que los empresarios vascos dejan de abonar a la Seguridad Social lo restituye el Estado vía Presupuestos Generales. La broma va a costar a los españoles más de 400 millones de pesetas; pero lo más grave es que el presidente anuncia que esto es un ensayo, ya que puede hacer la misma jugada con cuanta autonomía la solicite. Todo, con tal de obtener los votos de los diputados peneuvistas y no verse obligado a participar en una contienda electoral en el momento en que su popularidad está más baja. Cuanto más tiempo pase, mayores son sus posibilidades de remontar, pero ¿cuánto nos va a costar su permanencia en el poder y en qué va a quedar España como nación?