Prueba devaluada

El nuevo modelo de prueba de acceso a la universidad trae como novedad que se elimina el cupo de estudiantes de Formación Profesional que pueden acceder a la Universidad. Ahora entra todo aquel alumno que se lo propone. Eso crea una disfunción que tendremos que analizar y ver las consecuencias que acarrea. Además, al contabilizarse de forma diferente las medias de las asignaturas a las que optar para elevar la nota, los resultados de los alumnos mejoran, es decir, se aprueba más.Estos resultados que acabamos de conocer y que aparentemente pueden resultar más satisfactorios por el número de estudiantes que pasan la prueba puede llevar a pensar, en la práctica, lo contrario, que al facilitarse más al estudiante el examen se devalúa en sí mismo. Otra discusión es si mantenemos la prueba. ¿Para qué? ¿Para que sean de absoluta facilidad para el alumno? La prueba en sí está desvalorizada. Por eso creo que es necesario revisarla de nuevo y analizar si tiene sentido que se siga manteniendo. Si existe, debe de ser selectiva, porque supone un gasto y una prueba terrorífica para los estudiantes que, en realidad, luego se dan cuenta de que no es tal. Si queremos abordar un cambio, hay que hacerlo con seriedad. La prueba actual responde a la devaluación de las enseñanzas con el Gobierno socialista. Un parcheo.