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Las nuevas modas de la Ley Antitabaco

La nueva Ley Antitabaco no ha venido sola. Con la entrada en vigor el pasado 2 de enero de la normativa, una de las más restrictivas de Europa, han surgido en nuestro país diversos fenómenos de nuevo cuño que poco a poco están convirtiéndose en habituales en el paisaje de nuestras ciudades, fundamentalmente en el entorno de bares, restaurantes y locales de ocio nocturno.

La aparición de guardacopas en bares y discotecas, el incremento de la suciedad y el ruido en las calles o el auge de las estufas de terraza son algunas de las nuevas modas derivadas de la Ley Antitabaco
La aparición de guardacopas en bares y discotecas, el incremento de la suciedad y el ruido en las calles o el auge de las estufas de terraza son algunas de las nuevas modas derivadas de la Ley Antitabacolarazon

La prohibición de fumar en todos los lugares públicos cerrados, así como en algunos sitios al aire libre está generando una serie de nuevas modas entre la ciudadanía que a su vez contribuyen a configurar una nueva imagen de las ciudades españolas. La imposibilidad de fumar en el interior de los locales está llevando a muchos fumadores a salir a las aceras de las calles para poder encender un cigarrillo. Este hecho, conocido como «cigarrón», se ha convertido en foco de enfrentamiento con las asociaciones de vecinos, hartos ya del «botellón», y que ven cómo el ruido y la suciedad se multiplica exponencialmente en las calles.

Los locales de ocio nocturno son normalmente establecimientos de gran aforo, lo que agrava el problema. «Si 30 o 40 personas salen a las puertas de cada local para fumar a la una o las dos de la madrugada, evidentemente se van a producir molestias y enfrentamientos con los vecinos», señala José Luis Guerra, adjunto a la presidencia de la Federación Española de Hostelería y Restauración (FEHR). La mayor presencia de gente en la calle está atrayendo a las mafias de «lateros» –vendedores ambulantes de latas de cerveza–, en especial las respaldadas por la comunidad china, que se están haciendo de oro gracias a la prohibición, según denuncian las asociaciones de locales de ocio nocturno.

«Salgo fuera a fumar»

Los propietarios de bares y discotecas han comenzado ya a incorporar a sus locales un servicio de guardacopas para las personas que salgan a la calle para fumar. La desconfianza de muchos clientes a dejar sola su copa cuando se van a fumar, unido a la imposibilidad de sacar los vasos a la calle están convirtiendo este servicio en un habitual de los locales nocturnos. No obstante, no son los clientes los únicos que desconfían. Así, son muchos ya los que están optando por cobrar las consumiciones en el acto para combatir el incremento de «sinpas» que vienen registrando desde la entrada en vigor de la nueva norma. Con la excusa de salir a la calle a encender un cigarrillo, son muchos, según se quejan los dueños de los establecimientos, los que están aprovechando para marcharse sin pagar.

Para amortiguar la caída prevista en los ingresos por el sector hostelero, muchos locales han decidido instalar estufas en el exterior para hacer más llevadero el frío a los fumadores. Tal es la fiebre por las estufas de terraza que, menos de una semana después de la entrada en vigor de la prohibición, éstas se habían agotado ya en prácticamente todos los puntos de venta.