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Emilio Martínez Lázaro / director: «El sexo funciona muy bien para la comedia»
Después de meterse de lleno en el final de la Guerra Civil española con el drama «Las 13 rosas», el director vuelve a un género frecuente en su filmografía que le ha dado grandes alegrías, sobre todo, en lo que a la taquilla concierne: la comedia. De nuevo, Martínez Lázaro explora las relaciones sentimentales en «La montaña rusa», en esta ocasión con el foco puesto en la sexualidad. En ella, Verónica Sánchez encarna a una joven que no es capaz de disfrutar del sexo. Frustrada por ello, acaba enredada en un triángulo amoroso junto a Alberto San Juan y Ernesto Alterio.
-Tras el éxito de «El otro lado de la cama» y su secuela, vuelve a tratar la sexualidad, aunque, en esta ocasión, desde el punto de vista de una mujer.
-Quizá sea un tema que trate demasiado, pero en esta ocasión los problemas son mucho mayores. En todo caso, es el más utilizado en la literatura universal y, además, funciona muy bien para la comedia.
-La comicidad en esta cinta es diferente a la de otras suyas, más sutil, quizá.
-He tratado de no utilizar la farsa. El tono es más irónico, un humor más anglosajón. La farsa resulta más fácil de hacer, simplemente hay que exagerar. Creo que resulta más realista contada de otra manera.
-¿Y no le dio miedo el hecho de que la perspectiva fuera la de una joven?
-Nunca la hubiera hecho, y menos con la voz en off de una mujer, si no contara con una guionista, que es Daniela Féjerman, sobre todo para no resultar políticamente incorrecto. En todo caso, esta visión es una novedad en mi trayectoria.
-San Juan encarna a un hombre centrado y responsable, mientras que Alterio es un tipo alocado. ¿No hubiera sido más lógico hacerlo al revés?
-Mucha gente me lo ha comentado. Se puede interpretar como una inversión de papeles, aunque, en realidad, creo que Ernesto está más loco, por eso encarna al payaso.
-La película tiene muchas escenas, por decirlo de alguna manera, subidas de tono.
-Es algo que depende de cada cinta, y el argumento de ésta lo pedía. Además, ahora por internet se puede ver de todo. El cine americano, sin embargo, tiende a lo contrario: hablan sobre el tema con mucha crudeza, con un tono escatológico tremendo, aunque luego ves a los protagonistas vestidos de los pies a la cabeza e introducen elipsis para saltar a la escena siguiente. Me da la sensación de que esto está influyendo también en nuestro cine.
-¿Espera un éxito similar al que ya cosechó con «El otro lado de la cama»?
-No se pueden comparar, porque desde la época de aquel filme la asistencia de público ha bajado muchísimo. Antes el éxito era hacer diez millones, ahora lo es si recaudas dos. Además, los espectadores están más acostumbrados al humor de aquélla, al de la farsa, porque en España tiene mucha tradición. Ésta es más del tipo «Cuando Harry encontró a Sally».
TRECE CHICAS «ELÉCTRICAS»
El director da de nuevo protagonismo a Verónica Sánchez (en la imagen, junto a Alterio y San Juan) tras «Las 13 rosas», aunque, según confiesa, «he sufrido menos durante este rodaje. De hecho, ha sido el más fácil de mi vida. Cuando juntas a 13 chicas en una escena en la que sólo tres tienen diálogo, surge la electricidad en el ambiente».
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