Estados Unidos
El partido de Suu Kyi regresa a la política tras dos décadas de persecución
La mayor formación opositora birmana, la Liga Nacional por la Democracia que lidera la nobel de la paz, Aung San Suu Kyi, decidió hoy pedir su legalización para regresar a la política tras más de dos décadas de persecución gubernamental.
Esta decisión fue adoptada en la reunión celebrada en Rangún por el comité central del partido a raíz de que el nuevo Gobierno de Birmania (Myanmar) formado por exgenerales del anterior régimen militar, retirara las restricciones legales que impedían su participación activa en la política. "La LND ha decidido inscribirse de nuevo como partido y pugnar en las próximas elecciones por 48 escaños vacantes", anunció Suu Kyi en una nota dirigida a la prensa al final de la votación realizada durante la reunión a la que asistieron un centenar de delegados.
Está previsto que el Gobierno presidido por el exgeneral Thein Sein, convoque elecciones legislativas en varias circunscripciones del país para ocupar los escaños del Parlamento que están vacantes.
El portavoz de la formación Nyan Wyn, indicó que Suu Kyi, quien el pasado fin de semana cumplió su primer año de libertad tras pasar siete años y medio en cautividad, se presenta como candidata a uno de los escaños y, de conseguirlo, será diputada por vez primera.
La normativa electoral establece que para inscribir un partido en el registro de la Comisión Electoral es requisito indispensable que presente candidatos al menos tres escaños del Legislativo, compuesto por 440 que corresponden a la Cámara Baja y 224 a la Cámara Alta.
En principio el objetivo de la Liga Nacional por la Democracia, apuntó Nyan Wyn, es pugnar por los 48 escaños vacantes con el fin de conseguir la mayor representatividad posible en el Legislativo, dominado por el Partido del Desarrollo y Solidaridad de la Unión, afín al anterior régimen militar y capitaneado por Thein Sein.
Los comicios celebrados hace poco más de un año y tras los que el partido oficialista se declaró ganador, fueron calificados de "farsa"por un amplio abanico de países de Occidente.
Entre estos Estados Unidos que ahora ha reorientado su política hacia Birmania, adonde la secretaria de Estado, Hillary Clinton, tiene previsto viajar a principios del próximo diciembre, anunció el presidente de Barack Obama, en la cumbre asiática que se celebra en la isla indonesia de Bali.
El partido de Suu Kyi, que ganó por amplia mayoría las elecciones celebradas en 1990 y cuyos resultados nunca han sido aceptados por los militares, fue ilegalizada por negarse a participar en los comicios de noviembre del año pasado, y que boicoteó al considerar que eran antidemocráticos.
Durante las últimas dos décadas, varios cientos de miembros de la LND han sido detenidos y encarcelados, otros muchos han muerto en prisión y el partido se ha visto obligado a cerrar todas las representaciones que tenía repartidas por el país.
El pasado 5 de noviembre el presidente birmano firmó el decreto de aprobación de las enmiendas introducidas en la ley de partidos políticos, que ha abierto la vía a la Liga Nacional por la Democracia para solicitar su legalización. Una de las tres cláusulas que fueron eliminadas de la citada ley, prohibía ser miembro de un partido político a toda persona condenada por un tribunal de justicia, que es el caso de Suu Kyi y de otros miles de activistas opuestos al anterior régimen militar.
En siete meses al frente del Ejecutivo, Thein Sein, un exgeneral que formó parte de la cúpula de la junta militar que rigió Birmania durante dos décadas, ha suavizado algunas de las restricciones a las libertades básicas e iniciado el diálogo con el movimiento opositor liderado por la nobel de la paz.
Fue Thein Sein quien el pasado agosto invitó a la activista al palacio presidencial en Naypyidaw, la capital, para reanudar el diálogo político que con ella se negó a mantener su antecesor y jefe de la junta, general Than Shwe. La censura es ahora menos estricta, los sindicatos son legales y unos 200 presos políticos de los cerca de 2.000 que hay en las cárceles han sido puestos en libertad en virtud de una amnistía cuya aplicación no está claro si proseguirá los próximos meses.
Desde hace varios meses, los retratos de Suu Kyi, quien ha estado cautiva casi 15 de los último 22 años, se venden abiertamente en las calles y a menudo ocupan las portadas de las publicaciones sin que como el pasado eso acarreé detenciones y encarcelamientos.
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