A galopar por Miguel Ángel ALMODÓVAR

El doctor Dukan considera que en el salvado de avena está la clave para sostener la arquería de la catedral donde se rinde culto al adelgazamiento milagroso. De un lado, su alto contenido en fibra le confiere la capacidad de inflado inmediato que llena el estómago y produce una sensación de gran saciedad, y de otro, en armonía con la dieta del francés, se convierte en una fuerza de choque gástrico que reduce muy sensiblemente las grasas saturadas antes de que se conviertan en michelines. Total, que ensillado en la creencia de que es posible engañar a la fisiología de la digestión, el salvado de avena se ha puesto a galopar como otrora lo hicieran el kéfir o la bayas de Goji, aunque más pronto que tarde volverá a hacerse bueno el dicho popular de que arrancadas de caballo, paradas de burro.