15M

«Tocáis a uno nos tocáis a todos»

El miércoles estuvieron hasta las dos de la madrugada ante el Congreso de los Diputados protestando por la reforma de la negociación colectiva. Una concentración pacífica en la que sólo hubo un amago de enfrentamiento con la Policía.

Más de una decena de patrullas antidisturbios impedían ayer que los «indignados» llegaran a las puertas del Congreso
Más de una decena de patrullas antidisturbios impedían ayer que los «indignados» llegaran a las puertas del Congresolarazon

Sin embargo, la manifestación de los «indignados» en las Cortes deValencia se saldó con seis detenidos y 19 heridos, ocho de ellos policías. Por este motivo, los acampados de Sol organizaron una concentración a las siete y media de la tarde para leer un manifiesto en señal de repulsa por la violencia empleada por los agentes y para exigir la puesta en libertad de los detenidos, porque según ellos «los compañeros estaban ejerciendo el libre derecho de reunión reconocido en la Constitución de todos los españoles».Tras esta concentración se reunieron en asamblea general en la que volvieron a reflejar las diferencias que existen entre ellos.

Mientras los portavoces trataban los temas del día ante los asistentes, un grupo de treinta «indignados» con un megáfono intentaban «boicotear» la asamblea llamando a la gente para que acudieran en masa otra vez a la Cámara Baja para mostrar su rechazo por el desalojo de sus compañeros valencianos. A su juicio, el movimiento 15-M está estancado porque sólo se dedican a hablar y a debatir, pero no actúan. «La sentada de ayer en el Congreso no soluciona nada, tendríamos que ir todos los días o quedarnos allí», afirmaba uno de los indignados.

Al mismo tiempo, los que estaban en la asamblea decidían si volver o no a la Carrera de San Jerónimo a media noche. Una decisión desacertada para los otros indignados porque «entre que nos movilizamos y llegamos ya es la una, y luego la gente se va a las dos. Eso no sirve para nada, es una pérdida de tiempo». Previendo que podría suceder lo mismo que el miércoles, la Policía Nacional desplegó un gran dispositivo de seguridad, esta vez con vallas incluidas, desde la plaza de Canalejas hasta el Congreso.

Finalmente, la asamblea acordó dirgirse otra vez hacia la Cámara Baja. Al principio fueron llegando poco a poco, hasta que se reunieron unas trescientas personas y cortaron el tráfico. Para entonces, los agentes ya estaban preparados y habían formado un cordón policial para impedir que llegaran hasta la Puerta de los Leones. Los «indignados» colgaron dos pancartas que rezaban «tocan a uno, nos tocan a todos» y en la otra detallaban el número de detenidos y heridos de cada ciudad donde fueron desalojados por la Policía.

Desde que sucedieron los hechos de Valencia ya habían manifestado su intención de protestar por sus compañeros y de repetir la «hazaña» del día anterior ante el Congreso. Parece que los miembros del 15-M se han aburrido de estar en Sol y quieren tomar el Congreso como nuevo punto para mostrar sus reivindicaciones. Al cierre de esta edición los «indignados» continuaban allí sentados, cenando y gritando cánticos, algunos dedicados a la Policía como «madero, tú también eres obrero».

Boicot en la Plaza de la Villa
Los «indignados» han organizado una convocatoria este sábado a las once de la mañana para dirigirse hasta la Plaza de la Villa, donde se celebrará la sesión de investidura de Gallardón. Aprovechando que es un acto público, los acampados pretenden hacerse oír a golpe de cacerolas y sus proclamas de siempre. Además han previsto celebrar al mismo tiempo sus asambleas de barrio, aunque en esta ocasión será en la puerta del Ayuntamiento.