ANÁLISIS: Necesita un psicólogo por Domingo García

Enfrentarse al Barcelona es lo peor que le puede suceder al Real Madrid. Mourinho no encuentra la manera de superar a Guardiola y da la sensación de que para ganar, a los madridistas les hace más falta un psicólogo que un entrenador.

– ¿Acertó Mourinho con su planteamiento?
–Altintop era la solución más lógica para el lateral derecho, pero era un riesgo sumarlo a Carvalho, que llevaba tres meses y medio sin jugar. Desplazó a Pepe al centro del campo, convencido de que así estuvo el año pasado más cerca que nunca de contener al Barcelona. Pero el portugués se desquicia cuando se adelanta. Transforma su inseguridad en violencia y el equipo sufre un agujero sin él en la parte de atrás. Aun así, consiguió durante mucho tiempo cerrar los huecos al Barcelona, que tenía que volver a empezar una y otra vez. Pero no consiguió hacerle perder la paciencia.

– ¿Por qué el Madrid no aguantó su ventaja?
–Tenía el equipo ideal para protegerse y salir con rapidez al contraataque. No quiso elegir entre Higuaín y Benzema y alineó a los dos. Pero ellos dos y Cristiano, aunque el portugués colaboró en defensa como le pide su técnico, quedaban demasiado desconectados del resto del equipo.

–¿Por qué el Real Madrid no sabe defender los córners?
–Es una cuestión de ensayo y concentración. Es decir, trabajo de grupo y acierto individual. Ayer falló Pepe, que reaccionó tarde para tapar a Puyol. El Bernabéu anima a los defensas azulgranas a marcar. En el 2-6 del primer año de Pep marcaron Puyol y Piqué. Ayer fue Abidal el que acompañó al capitán.

–¿Podía haber resuelto el Barcelona la eliminatoria?
–No fue tan superior el Barcelona, pero con el marcador a favor daba la impresión de enfrentarse a un equipo rendido, que no se entregaba, pero sabía que no podía ganar. Alexis y Benzema empataron a disparos al poste. Iniesta desempató en la segunda parte.

–¿El partido afectará a la Liga?
–Guardiola ya advirtió de que sus jugadores sólo dan lo mejor con presión. El Madrid les motiva y ante él se superan. Los de Mourinho, sin embargo, no pueden relajarse. Y no lo harán.