Plan de rescate para la Sanidad por Sergio ALONSO

Con su célebre política de negar siempre la mayor, el Gobierno está abocando a la Sanidad pública al desastre más absoluto. Esta semana, ha vuelto a hacer oídos sordos a las mismas voces de alarma que le llegan desde hace meses de expertos, profesionales cualificados, responsables autonómicos de Hacienda y economistas de la Salud. El órgano que ha alertado esta vez, sin éxito, a las autoridades españolas es el Consejo de Ministros de Finanzas de la UE. Conociendo como conoce el maltrecho estado de las cuentas y el déficit que acumulará este año el sistema sanitario español, cercano a los 15.000 millones de euros, el Ecofin ha proporcionado algunas recetas para garantizar ese eufemismo al que ahora todos apelan: la sostenibilidad. Propone como remedios taumatúrgicos un mayor copago por algunos servicios médicos y fomentar la participación del sector privado en los servicios públicos.

Justo lo necesario para mitigar el riesgo en un momento de fuertes rumores sobre una posible intervención de España, y justo lo contrario de lo que pregona el fallido Pacto de Estado de Llamazares, ajeno como se ve a la tozuda realidad. Urge pues un plan de rescate verdadero de la Sanidad española, con medidas certeras y, desgraciadamente duras, para apuntalar sus cimientos. Si no se mete el bisturía ahora, el sistema corre gravísimo riesgo de estallar, ante la ceguera de Elena Salgado, que alega a la eficiencia para desdeñar los fantasmas, y del propio Ministerio de Sanidad, que confía en la etérea hoja de ruta aprobada en marzo por el Consejo Interterritorial para no morir arrollado por esa bola de nieve que crece cada día en forma de bancarrota. Ambos tratan de ganar tiempo y eludir un copago que supondría el golpe de gracia para Zapatero.